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Borja Olazabal
Sábado, 17 de septiembre 2016, 18:10
El Festival de Cine de San Sebastián tuvo ayer uno de sus días fuertes con la presencia de Ethan Hawke presentando su última película, el remake del clásico western Los Siete Magníficos, y recibiendo el premio Donostia. Como un western fue también el Real Unión-Amorebieta. Afortunadamente, el pistolero más rápido es Jorge Galán, que volvió a marcar y con su gol dio una sufrida victoria a los unionistas. Con estos tres puntos los de Irun ya miran hacia arriba.
Año tras año la clasificación engaña. Te dice una cosa pero el campo te demuestra lo contrario. El Amorebieta llegó a Irun con solo dos puntos en su casillero, pero como había advertido Asier Santana, los vizcaínos guardaban en sus botas más fútbol que el se podía esperar si se mira solo a la tabla.
Tras unos primeros minutos de tanteo llegó la primera gran ocasión del partido. Eizmendi se movió bien por la derecha y le dejó el balón en bandeja a Jorge Galán, que disparó sin oposición alguna al cuerpo del portero. El rechace lo recogió el delantero, que cedió a Urkizu para que el lateral realizara el pase de la muerte y Eizmendi empujara a gol. Lo que no entraba en los planes es que el asistente levantara la bandera para anular el gol por fuera de juego.
No hubo tiempo para la celebración ni tampoco se escucharon quejas desde el público. Algo lógico por otra parte, ya que Gal ayer pareció un solar. Solo faltaban las bolas de paja rodando de un lado a otro. Alguien se tendrá que preguntar qué pasa para que las gradas estén tan vacías.
Siguiendo con lo futbolístico, el dominio de los irundarras empezó a ser total y el gol acabó apareciendo. Arriaga sacó una falta desde el lateral del área y Galán, el octavo magnífico, sacó las pistolas para poner de cabeza el 1-0 en el minuto veintiocho.
Por si con esto fuera poco, antes del descanso llegaron otras dos ocasiones claras para los de Asier Santana. Las dos en botas de Galán, pero no dio en la diana. Tena, de saque de puerta, superó a la defensa visitante y el delantero pinchó el balón dejando un detalle técnico de alto standing, pero no superó al portero. Poco después Esnaola centró al segundo palo tras el rechace de un córner y Galán conectó con la pelota, pero cruzó en exceso.
El primer tiempo acabó con el 1-0, pero el resultado podía haber sido más amplio. Peor noticia fue ver como Juan Domínguez tuvo que abandonar el encuentro por lesión.
La lluvia y el sufrimiento
En la segunda parte, a los veintidós jugadores de campo se les sumó una protagonista más, la lluvia. Y no lo hizo de cualquier manera, si no en forma de diluvio universal. Lógicamente, el terreno de juego se puso muy rápido.
Dio la sensación de que el Amorebieta se sintió más cómodo bajo la lluvia y empezó a llevar peligro sobre la portería defendida por Tena. El portero se tuvo que emplear a fondo en una falta lateral que iba hacia gol. También tuvo que esforzarse el meta irundarra tras un cabezazo de Obieta a pocos metros de la línea de gol.
La segunda parte de los de Irun estaba siendo preocupante, aunque llegaron a marcar otros dos goles. Los dos anulados por el colegiado. Uno a Galán por fuera de juego y otro a Esnaola por falta previa de Ekhi. Pero esto no fueron más que acciones aisladas ante el acoso vizcaíno.
El paso atrás dado por los hombres de Asier Santana fue descarado y tocó sufrir mucho más de lo previsto tras una buena primera parte.
El Real Unión se está agarrando a los goles de Galán, pero también a una gran labor defensiva. Los unionistas dejaron su portería a cero, la tercera vez en cinco partidos, y el tanto del pistolero fue suficiente. Si esto fuera el lejano Oeste, Se Busca Partido Tranquilo.
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