Póker de victorias para el Real Unión

En un encuentro muy serio, pleno de efectividad y oficio, el Real Unión logró su cuarta victoria seguida. Triunfo que le deja a las puertas de disputar el playoff. Amplió su buena racha en Lezama y se reafirma como un serio aspirante al mismo tras conseguir 15 de los últimos 18 puntos disputados. El Bilbao Athletic, explosivo como siempre y muy bien técnicamente, tuvo sus minutos de gloria al comienzo pero se fue diluyendo y solo le queda conseguir algún punto más para certificar la permanencia.

Con la plantilla al completo, a excepción de Mikel Alonso, Asier Santana y su grupo llegaron a Lezama ilusionados de cara a la recta final de la temporada. El Castilla había perdido en Sestao, un aliciente más para intentar la victoria en el feudo vizcaíno. Y no vinieron solos porque les acompañó un autobús con cincuenta aficionados, que dieron color y ánimos a los suyos durante 94 minutos.

El técnico de Iriazabal colocó a Rodellar y Martins por delante de su defensa para frenar a los locales y dar salida luego al esférico, pero una serie de despistes en los primeros compases pudieron dejar el partido muy cuesta arriba. Primero el lateral López avisó en una contra con un disparo que Otaño despejó con un pie. El siguiente fallo provocó otra jugada rápida y Senar trabó a Villalibre en el vértice del área grande, pero dentro. El penalti lo ejecutó perfectamente el capitán Undabarrena. Y un minuto después, otro error de la zaga dejaba solo a Villalibre, que hizo lo más difícil, tirar el balón fuera ante un desesperado Otaño. No se habían cumplido todavía losdiez minutos de juego y el Bilbao Athletic pudo haber sentenciado.

Despertaron los irundarras tras los serios avisos rojiblancos, se serenaron y dieron pausa en el centro del campo. Martins cogió la pelota y el decorado cambió. Arriaga y Galán empezaron a recibir en buenas condiciones y dispusieron las primeras oportunidades. Los cachorros pretendían gozar del protagonismo anterior, más ahora sus llegadas morían sin mayor peligro. Por contra, también se había asentado Rodellar, que disparaba desde 25 metros para que Unai Simón se luciera enviando a córner. Y cinco minutos después, cristalizaría el buen hacer de los gipuzcuanos. Galán, de cabeza, aprovechaba la media salida del cancerbero alavés para igualar el marcador. Acusaron los bilbaínos el tanto y seguían sin encontrar el área rival ante la seriedad y el buen hacer de los fronterizos. Que seguían a lo suyo, muy fuertes ahora, apretando y consiguiendo tener siempre la pelota entre sus botas. Y sobre la bocina, en el tercer saque de esquina botado en este periodo, conseguirían el gol de la victoria. El exrojiblanco Arriaga la ponía muy tocada en el área pequeña y el capitán Juan Domínguez, en difícil postora, enviaba con sus testa a las mallas.

El premio evitó la bronca en el descanso por los despistes iniciales y en la segunda mitad no dejaron resquicios a las alegrías bilbaínas. Los técnicos movieron los banquillos, Santana fortificó la línea defensiva y sus hombres consiguieron frenar todas las acometidas locales.

Galán, capo cannonieri

Con su tanto de este domingo, Jorge Galán se incrusta entre los mejores artilleros del grupo II de la Segunda División B, alcazando los doce, uno más de los que logró la pasada campaña. Así las cosas, el ariete unionista tiene seis jornadas por delante para batir su marca de la pasada campaña.

El delantero pamplonés, quien cumple su cuarta campaña en el conjunto irundarra en dos etapas distintas, está siendo el faro goleador de la escuadra que guía Asier Santana. Galán, quien hace un par de años alcanzó las 17 dianas, empata en la tabla de máximos goleadores con el delantero realista Jon Bautista y se queda a tres tantos de la pareja de goleadores del Albacete, Aridane y Héctor Hernández. Sus goles de aquí al final de campaña, pueden ser vitales en las opciones del Real Unión de colarse entre los cuatro primeros.