El Sanse se despide con victoria de Zubieta

A falta de una jornada para que termine el campeonato liguero, el Sanse disputaba el último partido de la temporada en su feudo sin nada en juego. Por contra, el Navalcarnero llegaba a Zubieta con la imperiosa necesidad de sumar algún punto, puesto que está luchando por eludir el descenso.

No daba la impresión sobre el verde de que el conjunto madrileño se estuviese jugando algo. El Sanse se hizo dueño y señor del partido en los primeros minutos y fruto de ello llegó el primer tanto de la tarde. Jon Bautista y Kevin Rodrigues volvieron a jugar con los potrillos, y lo cierto es que el salto de calidad que demuestra el equipo con ambos jugadores se nota, y mucho.

Un centro desde la banda derecha sobrevoló el área defendida por Olmedo y en el segundo palo apareció uno de los mejores txuriurdines ayer, Merquelanz. El centrocampista irundarra remató de volea con la izquierda, cruzando el esférico al palo largo de la portería visitante.

El Navalcarnero, sabedor de que la derrota no le valía en absoluto, comenzó a hilvanar sobre el José Luis Orbegozo, llegando con peligro a la portería de Giralt. Así las cosas, en el 29, el conjunto madrileño empató gracias a un buen remate de uno de sus centrales. Catena se hizo grande en el saque de un córner y remató picado, abajo, en el primer palo. Los cerca de cincuenta aficionados del Navalcarnero lo celebraron por todo lo alto.

El choque se igualó sobre el verde y ambos equipos apenas llegaron con peligro. Todo parecía apuntar a que la primera parte terminaría con 1-1 pero Calvillo se encargó de poner a los de Alguacil por delante justo antes del descanso. Un centro lejano fue mal despejado por la zaga madrileña y el aramarra aprovechó el rebote para batir por bajo a Olmedo y poner así el 2-1 en el marcador.

La jugada tonta del partido

Tras el paso por vestuarios, los de Juan José Granero buscaban el empate con ahínco, pero sin crear apenas peligro a Gorka Giralt. Y en el minuto 73 llegó la jugada tonta del partido y el gol que a la postre echaría por tierra cualquier opción de remontada rival. Olmedo se dispuso a sacar de puerta y su golpeo se topó con la espalda de un compañero. El balón pasó la línea de gol llorando y la desesperada carrera del guardameta madrileño fue insuficiente.

Con este triunfo, la Real es novena. Los de Alguacil despedirán la temporada en casa del Mensajero.