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Edu prieto
Domingo, 22 de noviembre 2020, 12:55
Cinco años después de la última victoria del Real Unión en Zubieta, el derbi guipuzcoano de la Segunda B se volvió a teñir de txuribeltz. Como en aquella ocasión, la victoria se produjo con Aitor Zulaika al frente de un conjunto que ayer tuvo ... que aplicarse a la perfección en el arte de defender en la recta final. El Sanse, a remolque todo el partido, acusó las bajas y no estuvo inspirado de cara a gol.
Los irundarras saltaron al césped del José Luis Orbegozo más enchufados y estuvieron muy cerca de adelantarse antes del minuto 5. Guille Donoso dejó atrás a dos rivales por banda izquierda y conectó con Kun. El jugador cedido por el Leeds United encontró libre de marca dentro del área a Jorge Galán pero el navarro, con todo a favor, no impactó el balón correctamente.
Fue la antesala al único gol de la matinal en Zubieta, que llegó dos minutos después. Los visitantes, tras una larga posesión, hicieron llegar el balón en la derecha a Capelete, que encaró a Recio. El extremo unionista recortó hacia dentro y su centro se acabó colando en la portería de Ruiz-Zeberio sin que nadie llegase a tocar el balón. La sonrisa del irundarra tras ver el esférico alojado en las redes delató sus verdaderas intenciones.
Fue el premio a la mejor puesta en escena de los fronterizos, que pisaron campo contrario con asiduidad en los primeros compases y movieron el balón con criterio. La noticia negativa para los visitantes llegó con la lesión de Donoso, que estaba siendo el jugador más incisivo y tuvo que retirarse antes del cuarto de hora. El asturiano detuvo en seco su galopada en la que iba a ser otra clara ocasión y tuvo que pedir el cambio. La lesión de un compañero de profesión nunca es una buena noticia pero Aldasoro probablemente soltó algún suspiro de alivio al ver retirarse al 14 unionista.
Tras el 0-1, los de Xabi Alonso se hicieron dueños del balón ante un Real Unión que se mantuvo bien pertrechado en su parcela. Los de Aitor Zulaika cerraron los espacios por dentro y concedieron las bandas como mal menor para contener las ofensivas realistas, que fueron protagonizadas por Robert Navarro. El catalán mandó a las nubes una buena asistencia de Alkain en el 20 y diez minutos después no acertó ante Irazusta en una pérdida en la salida de balón del hernaniarra Gorka Kijera.
gol tempranero
falta de acierto
la partida táctica
El cuadro txuribeltz, ayer de amarillo y azul, se sacudió un poco la presión antes del paso por vestuarios y estuvo cerca de hacer el segundo tras un robo de Beobide y el posterior pase en profundidad de Kijera. Madrazo recibió el balón para medirse en el mano a mano a Zeberio pero Petxarroman llegó a tiempo para torpedear lo suficiente el lanzamiento.
En la reanudación, igual que al inicio del primer acto, la más clara volvió a ser para los de Irun. En el 60, Kun ganó línea de fondo y vio a Galán dentro del área libre de marca con todo el tiempo del mundo para armar el disparo. El capitán de los fronterizos la engatilló a la perfección pero calibró mal el punto de mira por milímetros. Su disparo acabó incrustado en la cruceta de Zeberio.
Ese fue el último escarceo de los unionistas en el área contraria. El Sanse volvió a hacerse con la manija y rondó con asiduidad el arco defendido por 'Txusta'. Alkain, Olasagasti y Recio probaron fortuna sin acierto. Al Real Unión ya le empezaban a sobrar minutos y Xabi Alonso revitalizó a los suyos con la entrada de Garrido y Aguirre.
El dominio del Sanse fue total tras la expulsión de Madrazo, al que el trencilla Latorre Gracia mostró dos tarjetas amarillas en un minuto. La primera por pérdida de tiempo y la segunda tras un choque de cabezas en una disputa aérea. La cartulina pareció excesiva y Aitor Zulaika, que presenció la jugada a un metro, fue expulsado en la protesta. Quedaban quince minutos más el descuento. Poco tiempo para los locales y una eternidad para los visitantes.
Con uno menos, el asedio de los potrillos se acrecentó y se pasó a jugar únicamente en área irundarra. Alonso quemó todas sus naves dando entrada a Martínez Losa, Aranzabe y Galarreta justo antes de que el zapatazo de Garrido desde la frontal, en el 81, estuviese a punto de poner el 1-1.
No fue la más clara ni la última de la Real B, que tuvo la igualada en el descuento con un testarazo de Aguirre que llegó a tocar el exterior de la red. Hubo quien cantó gol pero las tablas no subieron al luminoso de Zubieta. La fortaleza levantada por los irundarras resistió el acoso y los puntos tomaron rumbo a Irun.
Al término del encuentro, Xabi Alonso destacó el mal comienzo de los suyos en la primera parte. «Al inicio, los primeros 10 o 15 minutos, no hemos sido ganadores de las situaciones y salían demasiado fácil de nuestra presión. Después ha llegado el gol de ellos y eso provoca que ya vayas a remolque todo el partido».
El tolosarra explicó que, tras el 0-1, «hemos insistido, lo hemos intentado mucho, pero no hemos conseguido el empate».
El técnico txuri-urdin lamentó no haber sido capaces de «minimizar nuestros errores para luego mostrarnos más competitivos y ser capaces de ganar el partido».
La expulsión de Madrazo
Como no podía ser de otra forma, Aitor Zulaika estaba satisfecho al final del partido. «Veníamos de una derrota que nos podía haber creado alguna duda pero hemos conseguido una victoria importante».
El azpeitiarra explicó que los puntos «han llegado sin tener tanto el balón como a nosotros nos gusta pero sabíamos el tipo de partido que nos íbamos a encontrar en Zubieta».
Calificó su expulsión y la de Madrazo como «rigurosas. He levantado las manos para decir que habían chocado de manera involuntaria, no para protestar».
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