Madrazo prorroga el estado de gracia del Unión

Afrontaba el Alavés B su segundo compromiso seguido en el José Luis Compañón, el primero desde que el pasado domingo el Sanse cortase su condición de invicto como local durante más de un año. Y de nuevo el filial propuso la fórmula de aquel éxito: una línea de tres centrales y una propuesta de transiciones rápidas. Encontró en todo momento el antídoto el Real Unión, casi siempre cómodo y con la sensación de que todo respondía a un plan.

Inició abierto y con alternativas el juego, con Madrazo y Capelete aprovechando el excelso trabajo de una medular presionante e intensa. Solamente la clarividencia y la inspiración de los hombres de más calidad en los locales planteaba algún contratiempo eventual. Marino puso un pase interior para Lupu, pero la llegada de su compañero Sergi García, así como la rápida salida de Irazusta, impidieron un problema capital. Por su parte, el Unión golpeó en la primera, y prácticamente la única, ocasión clara de toda la tarde. No le hizo falta más. Capelete puso un balón perfecto para el desmarque de Madrazo, quien, escorado a la derecha, armó un tiro rápido y al primer palo que contó con la complicidad de Aritz Castro para acabar en el fondo de la red en el minuto 20. Todo salía a pedir de boca para un conjunto irundarra que solamente se sobresaltó en un cabezazo de Abqar con respuesta de Irazusta.

Intentó mover ficha tras el paso por vestuarios el técnico local Iñaki Alonso, que sin embargo no se atrevió a modificar su línea con tres centrales y sí apostó por un punta más. Acabaría por ser su condena, no por el mayor o menor acierto táctico, sino por la muy desgraciada tarde de Godoy, protagonista de varias oportunidades clamorosas y otros tantos errores incomprensibles. Nada más reanudarse el partido, el jugador alavesista estuvo timorato en un balón en profundidad en el que le tocaba porfiar con Irazusta. Poco después, y en una acción paradigmática, Lupu le puso un pase de muerte perfecto que solo debía empujar a gol.

Irazusta se interpuso otra vez más, y en el rechace fue el larguero el que le negó el gol por tercera vez en unos minutos. No invitaba al optimismo una reanudación en la que sucedían demasiadas cosas no previstas, y fue entonces cuando el Real Unión tiró de veteranía y paró la cita con un ritmo lento. No fue hasta unos inciertos minutos finales cuando el Alavés B volvió a merodear el área visitante. Y para entonces Godoy fue un irundarra más. El atacante de refresco enfrió a los suyos en la acción final, en un córner que casi remata su propio portero y que un de nuevo salvador Irazusta desarmó bajo los palos.