La paciencia del Real Unión recibe su premio

Prácticamente tras el pitido inicial, Irazusta tuvo que emplearse a fondo para enviar a córner un zapatazo de David Grande desde fuera del área que se dirigía a la escuadra. El atacante local volvió a ser protagonista un cuarto de hora más tarde, con otro zurdazo que en esta ocasión se marchó rozando la cepa del poste. Góngora, con una falta lejana cuyo disparo salió lamiendo el travesaño, también intentó batir al portero irundarra, que a falta de veinte minutos para llegar al descanso realizó su última parada de la primera mitad. La hizo en los límites de su área en un mano a mano con David Grande.

Hasta entonces el Real Unión únicamente había tenido una ocasión: un cabezazo de Galán al lateral de la red. Esperó su momento, y el tramo final del primer acto se convirtió en un asedio sobre Brais: una situación en la que se anticiparon los visitantes con un cabezazo de Larrucea que salió rozando el poste y un disparo desde fuera del área que no cogió portería por centímetros fueron las dos mejores opciones.

El descanso no frenó el buen momento del Real Unión, que volvió a rozar el gol en varias ocasiones. La primera, en un centrochut desde el costado zurdo que Brais tuvo que enviar a córner. Un minuto más tarde, fue el poste el que salvó a Unionistas.

El Real Unión volvió a golpear, y esta vez sí encontró premio. Lo hizo en uno de los innumerables saques de esquina de los que dispuso, que Telis cabeceó al fondo de las mallas. Por si no fuera suficiente, cuando los locales se lanzaron al ataque, un error de Brais al intentar controlar con el pecho un despeje visitante le regaló el cuero a Eneko Eizmendi, que empujó el esférico a placer para sentenciar el choque.