Un punto para comenzar el curso

Volvió el fútbol al Stadium Gal tres meses y medio después del último partido y lo hizo con un Real Unión renovado en el once y en la dirección. Juan Domínguez dispuso en su primer partido oficial como entrenador un equipo que poco tuvo que ver con el que finalizó la temporada pasada. Hasta seis caras nuevas pudieron presenciar los que se acercaron a Gal en la calurosa tarde de ayer.

Entre ellas la de Etxabeguren, cuyo fichaje oficializó el club el viernes después de llevar semanas entrenando con el conjunto irundarra. El jugador procedente del Dundee FC formó pareja de centrales con Esnaola. En los laterales no hubo sorpresas con la presencia de Estrada y Urkizu. La sala de máquinas fue la que más novedades registró con Ceberio por delante de la línea de cuatro y Etxaburu y Beitia ejerciendo de interiores. Capelete ocupó la banda derecha y la izquierda fue para otro de los nuevos, Alain Eizmendi. En punta, Orbegozo.

Enfrente un recién ascendido como la Gimnástica Torrelavega, que se presentó en el choque con la vitola de haber perdido únicamente un partido en la temporada 2017-18. Los cántabros tuvieron un guión claro, el de esperar y salir a la contra, y no tardaron en encontrar rédito. Esnaola, en el primer córner del choque, se metía en propia puerta el primer gol de la tarde.

El Unión ya había puesto para entonces a prueba la portería del visitante Álex. Capelete, que ya había demostrado durante la pretemporada su buen estado de forma, fue el hombre más incisivo de los txuribeltz con un repertorio de regates que no llegaron a encontrar rematador. Tres minutos después de encajar el gol, el irundarra estuvo a punto de empatar el choque con un centro que se fue envenenando, pero el balón acabó impactando en el larguero.

Orbegozo fue el siguiente en acaparar las ofensivas txuribeltz. Primero con un disparo forzado dentro del área que acabó desviado a córner y poco después con un remate de cabeza que se marchó alto. La más clara, volvío a tener su origen en la banda derecha. El centro de Estrada encontraba libre de marca dentro del área a Etxaburu pero su disparo se marchó a las nubes.

El Unión siguió haciendo méritos con un buen disparo lejano de Beitia a cinco del final y encontró premio justo antes del paso por vestuarios, en el enésimo centro al área. El despeje de puños de Álex rebotó en un defensor y el balón quedó franco para que Orbegozo, de cabeza, pusiese las tablas en el marcador. Ni para sacar de centro tuvo tiempo la Gimnástica.

El segundo acto tuvo poco que ver con el primero. La superioridad del Real Unión en la primera mitad fue disipándose con el paso de los minutos y a los de Domínguez les costó horrores crear peligro. Poco que destacar en la reanudación más allá de un par de buenos pases filtrados de Etxaburu que no llegaron a concretarse. La más clara, al cuarto de hora, con un centro de Alain que se paseó dentro del área pequeña sin que nadie pudiese empujarla.

Mediada la segunda parte, Domínguez agitó a su equipo con la entrada de Eneko Eizmendi y Sola pero los fronterizos siguieron pagando el esfuerzo realizado en los primeros cuarenta y cinco minutos. Ninguno de los dos conjuntos tuvo fuerzas para un último arreón y dieron por bueno el punto en los compases finales.