La 'Pro' tendrá que esperar... de momento

Reconocía Aitor Zulaika en la previa del encuentro ante los cachorros tener la sensación de que últimamente los rivales les estaban haciendo demasiado daño con muy poco. El técnico txuribeltz tendrá hoy un sentimiento similar porque el primer disparo entre palos de los rojiblancos, en el 53, supuso el 0-1. El partido volvió a ser una especie de 'Día de la Marmota' en el que se repitió el mismo guion de anteriores citas. Dominio poco fructífero en la primera parte, gol encajado tras el descanso, e intento de remontada -con varias ocasiones de por medio- sin éxito.

El Real Unión quiso cambiar este domingo esa película repetida desde el inicio. Los fronterizos salieron mejor plantados y fueron capaces de generar el primer 'Uy' antes del minuto dos. A renglón seguido llegaron varios saques de esquina (hasta tres) y una recuperación de Rivera que Capelete no llegó a concretar dentro del área pequeña. Los locales, recibidos por un puñado de aficionados a su llegada al estadio, habían salido enchufados. A la altura de la categoría que demandaba la cita.

Tras ese primer arreón local, los visitantes se desperezaron un poco aunque Irazusta siguió viendo el juego con prismáticos. El siguiente intento también fue para los de Zulaika, al cuarto de hora, con una galopada de Jon Madrazo que el de Ortuella finalizó con un disparo raso. Se marchó rozando el poste de Agirrezabala.

El guardameta del Athletic B se alió con esa misma madera diez minutos después, tras un centro de Gexan Elosegi que se fue envenenando. Tanto que acabó siendo repelido por el larguero. Los fronterizos estaban siendo más que su rival, dominando la parcela ancha con Rivera, Rivero y Beobide, pero el gol se resistía.

Tampoco llegó en la recta final del primer acto. Kijera, con un lanzamiento desde la frontal que atrapó Agirrezabala sin mayores problemas; Galán, culminando sin acierto una contra; y Pérez, con un testarazo a la salida de un córner que se marchó al anexo de Gal, siguieron haciendo méritos para encontrar una recompensa que no llegó antes del descanso. Tampoco después.

El paso por los vestuarios no tardó en dibujar un escenario distinto. El paso adelante de los de Etxeberria fue evidente ante un Unión que no se sintió cómodo con balón y que se hundió demasiado en su parcela. Ahora era el cancerbero del Bilbao Athletic el que veía el encuentro desde la distancia.

Hasta entonces, los vizcaínos no habían puesto a prueba a Irazusta pero no necesitaron prácticas de tiro para que el balón acabase alojado en la portería del usurbildarra a las primeras de cambio. Fue tras un centro de Núñez desde la derecha que Tascón cabeceó en el segundo palo.

Quedaba casi toda la segunda parte para que los fronterizos, que no merecían semejante castigo, buscasen la remontada. Los unionistas acusaron el golpe tras encajar el tanto, hubo algo de precipitación y nerviosismo, pero no tardaron en recomponerse para volver a la carga y crear opciones de peligro.

Ayudaron en esa tarea los cambios (Llamas, Thior, Kun, Donoso y Viguera) pero la pólvora irundarra anda mojada en los últimos partidos. Este fue el cuarto consecutivo sin ver portería.

Un centro de Madrazo al que no llegó Llamas por milímetros, un disparo mordido de Galán, Donoso desde la frontal, o un cabezazo a bocajarro de Thior pudieron igualar la contienda pero los de blanco y negro continuaron negados de cara a gol. El Athletic B también pudo hacer el 0-2 con una asistencia de Williams que se paseó por el área sin rematador.

Tras el pitido final, Zulaika reunió a sus jugadores en el centro del campo para agradecerles el esfuerzo realizado y conjurarse de cara a la segunda fase. El Real Unión promete batalla.