Ni fútbol ni goles en el empate entre Unión y Leioa

Tres minutos después, en el 13, los mismos protagonistas intercambiaron papeles en la frontal de área. Esta vez fue Eneko el que dibujó una buena pared a la que Alain no llegó por centímetros.

En el Leioa el peligro llevó el nombre de Madrazo. El habilidoso extremo izquierdo ganó línea de fondo en el 20 y sirvió un buen balón a Ibargoien. Su disparo no encontró una portería que por segunda jornada consecutiva estuvo defendida por Patrick Sequeira.

Poco más pudieron echarse a la boca los aficionados presentes en Gal antes del paso por los vestuarios. Etxaburu lo intentó con dos tímidos disparos, uno de ellos tras una falta en la frontal de área, pero de manera insuficiente para mover el luminoso del feudo irundarra.

El comienzo de la segunda parte no cambió en exceso el guion de un partido que continuó jugándose mayoritariamente en la parcela ancha del campo.

El primer acercamiento txuribeltz se produjo a los dos minutos. Alain Eizmendi aprovechó un mal despeje de los visitantes para iniciar una cabalgada que acabó con un disparo que no obligó a intervenir a Iturrioz. El cancerbero del Leioa ya no vería peligrar su arco hasta las postrimerías del choque.

No es que sus compañeros inquietasen mucho más a Sequeira, pero dio la sensación de que el encuentro se jugó más en campo unionista que en el de los pupilos de Jon Ander Lambea. Ribeiro, en el 60, con un tímido disparo que no revistió grandes problemas para el guardameta tico del Unión, y Pradera, con testarazo que se marchó alto en el 75, protagonizaron casi todo el bagaje ofensivo del Leioa en el segundo acto.

El poco peligro que fueron capaces de crear los unionistas no tardó en centrar la mirada en lo que pudiese salir desde el banquillo. Capelete, Galán y Aranzabe fueron capaces de activar algo el ataque del Unión en la recta final del duelo.

El jugador cedido por la Real solo dispuso de una docena de minutos pero aprovechó el tiempo encarando a su par cada vez que recibió el balón. En una de ellas, ya en el 86, el balón fue a parar a Etxaburu, pero el disparo del ondarrutarra salió demasiado centrado.

Antes del pitido final hubo tiempo para que Álvaro Telis viese la segunda amarilla y para que Galán, de libre directo, hiciese volar a Iturrioz para evitar el 1-0. Empate justo vistos los méritos contraídos por unos y por otros.