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Edu Prieto
Irun
Domingo, 2 de junio 2019
Probablemente no vayan a quedar en el recuerdo del aficionado unionista tanto como el gol de Romo en el Bernabéu. Tampoco estarán a la altura de los conseguidos por Goikoetxea, el propio Romo, y Domínguez ante el Alcorcón que supusieron el ascenso a Segunda o ... incluso aquel de Sukia que forzó laprórroga en 2005 en el play-off de ascenso ante el Lorca de Unai Emery, pero los tantos de Galán y Esnaola en la ida, y los de Alain Eizmendi y Orbegozo en la vuelta ante el Jumilla merecen un lugar destacado en la historia txuribeltz.
El Rea Unión seguirá en su hábitat natural un año más después de realizar un partido serio ante un Jumilla que no disparó a puerta en 90 minutos y que dio una imagen nefasta en su paso por Irun.
Los de Iturralde saltaron al césped del Stadium Gal con las ideas claras. Suyo fue el dominio en los primeros minutos frente a un conjunto murciano que apostó por jugar en largo en los primeros compases. No fue un primer acto de grandes ocasiones pero las pocas que hubo correspondieron al conjunto txuribeltz.
Eneko Eizmendi fue el primero en probar fortuna con un tímido disparo que se marchó desviado en el minuto 11. Con idéntico resultado acabaron las intentonas de Alain cinco minutos después y la de Galán cuando se cumplía la media hora. Una buena combinación entre Urkizu y Estrada por banda derecha acabó en los pies del delantero que la mandó alta ante la portería de Iván.
El primer y casi único gran susto para los aficionados del Stadium Gal llegó poco antes, tras una falta lateral que encontró a Leak libre de marca. El defensor jumillés, sin oposición, acabó disparando al exterior de la red.
La tensión por lo que había en juego entre unos y otros estalló en los minutos finales de la primera mitad provocando constantes interrupciones en el juego. Parecía que el encuentro iba a llegar con 0-0 al descanso pero los hermanos Eizmendi tuvieron otros planes. Tras una buena jugada de Eneko por banda izquierda, el balón llegó a Urkizu libre de marca en el punto de penalti. Su disparo impactó en un defensor visitante pero el rechace fue a parar a Alain, que batió de fuerte disparo a Iván. La primera mitad finalizaba de la mejor forma posible.
El resultado obligaba al conjunto de Leonel Pontes a exponer algo más que en los primeros cuarenta y cinco minutos pero su equipo siguió sin dar síntomas de poder levantar la eliminatoria.
El conjunto jumillés ganó algo de terreno frente al cuadro txuribeltz en la reanudación pero las ocasiones siguieron correspondiendo a los hombres entrenados por Alberto Iturralde. Corría el minuto 65 cuando Ekhi filtró un buen pase para Javi Martínez. La cabalgada del ariete navarro fue desviada a córner en el último instante por Leak. Tras su saque, fue Sola el que estuvo cerca de subir el 2-0 al electrónico pero el balón se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador. Estrada también sumó un cabezazo a la nómina de intentos del conjunto de Iturralde tras una falta lateral botada por Garrido, pero el punto de mira seguía desviado.
Pasaban los minutos, lentamente para el Real Unión, volando para el Jumilla. En el minuto 70 el colegiado Muñoz Piedra perdonó la segunda amarilla al capitán visitante Manolo y poco después, a ocho del final, Orbegozo desperdició en el mano a mano con Iván una contra de libro conducida por Garrido y Etxaburu.
El máximo goleador del Real Unión se iba desquitar tras un claro derribo de Germán a Etxaburu. Orbegozo tomó la responsabilidad y engañó por bajo al meta visitante para subir un 2-0 tranquilizador.
Quedaban cuatro minutos más el descuento. Los más pesimistas todavía no daban por cerrada la eliminatoria pensando en un hipotético empate a dos que hubiese mandado el choque a la prórroga.
Lo cierto es que no hubo tiempo para mucho más. A punto de cumplirse el 90 Manu Miquel ejecutó una falta en la frontal del área que salió ligeramente desviada por encima de la portería de un 'Txusta' que vivió una tarde plácida.
Con el pitido final llegó la alegría de un equipo y cuerpo técnico que suspiraron de alivio. La sombra del descenso que tantas semanas había planeado sobre el club se disiparon. Los jugadores lo celebraban haciendo una piña y los aficionados más pequeños saltaban al terreno de juego para felicitar a su equipo.
Ahora es turno de reflexión y de tomar las medidas oportunas para que el Real Unión no vuelva a vivir una situación parecida. De momento, Irun seguirá siendo de Segunda B.
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