El Real Unión sigue demostrando que va muy en serio

Se esperaba un encuentro de pico y pala para los unionistas, de los de tener paciencia con el balón sin caer en precipitaciones, y así fue desde el principio. La iniciativa fue local pero a veces fue un mal centro y otras un control largo impidieron concretar ese dominio en peligro.

El Amorebieta no tuvo inconveniente en ceder el control a su adversario y vivió cómodo buscando el balón largo a Obi como punto de partida para empezar a jugar en campo enemigo. El guion del duelo parecía contentar también al conjunto de Iñigo Velez, que obliga a su contrario a defender cada balón parado como si fuese el último. Los azules botaron varios saques de esquina en la primera mitad pero ninguno obligó a Irazustabarrera a intervenir.

Tanto respeto se tuvieron unos y otros que el choque llegó al descanso sin que se contabilizasen disparos en ninguna de las porterías. Fue como si los dos dejasen las hostilidades para más adelante o diesen por bueno el empate. Ambos entrenadores se pasaron la primera mitad pidiendo calma a los suyos, como si fuesen conscientes de que lo importante iba a llegar tras el descanso.

El listón no estaba muy alto pero la cita ganó en dinamismo tras el paso por vestuarios. El Amorebieta pareció salir más decidido, con un Real Unión que tuvo problemas para encadenar tres pases y salir de su parcela, pero fueron los locales los que inauguraron el marcador en el minuto 55.

Fran Rivera, en banda derecha, fue el arquitecto que originó el primero de la tarde. El de Barbate se marchó de su par dejando correr el balón, ganó línea de fondo y la puso atrás para la llegada de Sergio Llamas. El gasteiztarra la cruzó a la perfección desde el punto de penalti anotando su quinta diana de la campaña. El primer disparo entre palos acabó con Saizar sacando el balón de su portería.

La efectividad de los txuribeltz siguió siendo del 100% tres minutos después. Galán aprovechó un mal despeje de los visitantes para filtrar un pase en profundidad a Thior y la velocidad del oriotarra hizo el resto. El '11' del Unión definió de tiro raso para poner el 2-0.

Quedaba media hora larga, lo suficiente para pensar que la cita no estaba finiquitada, pero el Amorebieta no consiguió recortar distancias. Estuvo a punto de hacerlo en un libre directo ejecutado por Mikel Álvaro, pero Irazusta se alió con la madera para repeler el disparo.

Los visitantes lo siguieron intentando con mucho juego directo pero la batería antiaérea de los fronterizos funcionó a las mil maravillas para amarrar el 2-0 y ganar el golaveraje a un rival directo, que puede tener su importancia al final. El Real Unión tiene cada vez mejor pinta.