El Unión se la jugará en la última jornada

Las cuentas de los bidasotarras para salvarse y evitar la fase de descenso a Tercera son claras. Necesitan ganar y que Izarra o Arenas no lo hagan ante el Sanse y el Mirandés, respectivamente. En caso de que el Unión pierda, tendrá que estar atento a lo que ocurra en Lasesarre entre el Barakaldo y el Gernika, ya que si los visitantes lograsen los tres puntos les superarían en la clasificación y les enviarían a Tercera. En un empate a puntos entre el Real Unión y los vizcaínos, el golaverage particular está igualado y habría que recurrir al general, que es favorable a los unionistas (-6 y -11, respectivamente).

Para sacar adelante el encuentro ante el Tudelano, los fronterizos tendrán que demostrar mejor acierto de cara a la portería rival del que tuvieron ayer en Lezama. El Unión malgastó numerosas opciones de marcar y sucumbió ante la pegada del filial rojiblanco, que encarriló el triunfo con un gol tempranero de Villalibre. Reaccionó y tuvo sus ocasiones el equipo irundarra, aunque sin puntería.

El Bilbao Athletic, conocedor de la situación complicada de su rival, saltó al terreno de juego dispuesto a hacerse con la posesión del balón desde los primeros compases para tratar de crear peligro en el área de Irazustabarrena sin excesivas prisas, jugando fácil y buscando las mejores opciones de pase sin riesgo. El primer aviso de las intenciones del filial llegó en el minuto cuatro, cuando en un saque de esquina sacado en corto, el capitán Gorka Pérez desviaba pocos centímetros por fuera del segundo palo un centro de Iñigo Vicente.

Desde ese momento, los hombres de Iturralde tuvieron que defenderse del acoso local, que llegaba por medio de centros laterales y saques de esquina. El primer tanto no tardó en llegar. Fue en el minuto diez cuando Iñigo Vicente recibió un pase profundo que aprovechó para regatear a dos defensores unionistas. Dejó el cuero en las botas de Villalibre, el máximo goleador del Bilbao Athletic hasta el momento, a quien le bastó con recortar hacia su derecha y disparar al primer palo para poner el 1-0 en el marcador.

El conjunto irunés, agobiado por la clasificación, necesitaba reaccionar y estiró líneas. Un disparo desviado de Eneko Eizmendi llegó a su hermano, Alain, tras pasearse por la línea de gol sin que nadie pudiera mandarlo al fondo de la red. Su centro lo cabeceó Etxaburu y lo despejó el cancerbero local. El propio Alain, superado el ecuador del primer acto, condujo un contragolpe para Ceberio, cuyo centro lo cabeceó Etxaburu y Oleaga evitó que acabara en las mallas. El acoso visitante en busca del empate no cesó. Primero Alain, con un chut desde la frontal a la salida de un córner, y luego Etxaburu, con otro testarazo, probaron fortuna pero no consiguieron ver puerta.

Tras el paso por los vestuarios el once irundarra le dio un ritmo de juego mayor al partido. Mientras los visitantes insistían en el juego directo, los cachorros rojiblancos querían sentenciar el encuentro con rápidos contragolpes. A pesar de ello, las ocasiones más claras de gol se vieron en la meta defendida por Oleaga, si bien a los jugadores del equipo txuribeltz se les resistió el hacer efectivas las llegadas que protagonizaron, como un testarazo de Ceberio en un córner lanzado por Etxaburu que el portero local salvó sobre la línea de gol. El cuadro bilbaíno penalizó que sus adversarios estuviesen perdonando tanto y tras un saque de banda con el que Arrieta sorprendió a la zaga visitante, Iñigo Vicente realizó una jugada individual en la que sorteó a Etxabeguren, para culminar la acción con un preciso disparo raso al segundo palo para incrementar las distancias en la contienda hasta el 2-0.

La segunda diana del filial rojiblanco sentó como un jarro de agua fría en el banquillo irundarra, ya que se acababa el tiempo y cada vez eran menos las opciones de que el equipo volviese a casa con un punto que mereció y que era vital para salir de las puestos de promoción a Tercera. Ni las ocasiones en los últimos compases del encuentro le permitieron al equipo irunés anotar un tanto que pudiera darle vida. Ahora se jugará en Gal ante el Tudelano sus opciones de poder seguir un año más en la categoría de bronce, tener que disputar la temida promoción o consumar un histórico descenso directo si es superado por el Gernika.