Un 2-1 en la prolongación deja al Real Unión a las puertas de la salvación

Era el final que merecía el choque de ayer, que había empezado a jugarse más de media hora antes de que pitara el árbitro. Una tromba de agua de 20 minutos cayó y encharcó el césped del Stadium Gal para todo el partido. Balones largos, disputa y charcos frenando el cuero cuando menos te lo esperas fueron la tónica dominante, pero hubo espacio para buenas combinaciones y acciones de calidad técnica, sobre todo en el cuadro local

En el minuto 10 Marcos Luna recibió en el pico del área un balón largo cruzado. Combinó habilidad, calidad y lectura del estado del césped para superar a dos rivales y encontrar posición franca de chut. Pero no remató, sino que asistió a Escobar que completamente libre de marca puso ese 0-1 que lució hasta el 44. Entonces, el rebote en el cuerpo de Ilies de un envío largo dejó el balón muerto a los pies de Fer Ruiz. Estaba lejos de la meta, pero alojó en la escuadra un tiro con parabola inalcanzable para Irazusta. El empate duró demasiado, pero se deshizo a tiempo.