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El Real Unión firmó una nueva victoria y sigue invicto en liga. Con mejor juego en el primer tiempo, pero sin sufrir tampoco en el segundo, comienza con triunfo esta semana de tres partidos.
Le costó al Sestao River descifrar la tela de araña en la que los irundarras lo tuvieron enredado media hora. No encontraba salida, ni segundas jugadas, ni presión efectiva al rival. No encontraba nada. Esos primeros 30 minutos los aprovecharon bien los de Mikel Llorente. Generaron varias ocasiones sobre la meta de Herrerín y lograron convertir una. Fue una jugada rápida lanzada por Vidorreta que abrió a la derecha a un Dani Garrido que se perfiló hacia la frontal y sacó un chut raso con la izquierda pegado al palo corto haciendo vana la estirada del meta vizcaíno.
Real Unión
Wright; Eimil (Sergio Santos, m. 81), Olaortua, Quintana, Munroe (Joseca, m. 65); Garrido, Rivero, Vidorreta, Aranzabe (San Bartolomé, m. 46); Cayarga (Sergio Benito, m. 59), Obieta (Asier Benito, m. 59).
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Sestao River
Iago Herrerín; Etxeberria, Efremov, Gálvez (Miranda, m. 83), Cordero; Planas (Aznar, m. 63), Bustillo, Garai (Gómez, m. 83), Sergi García (Blanco, m. 63); Leandro, Jon Etxaniz.
Goles: 1-0, min. 11, Dani Garrido. 2-0, min. 72, Rivero, de penalti. 2-1, min. 80, Leandro, de penalti.
Árbitro: Jaime Ruiz Álvarez. Amonestó a los locales Aranzabe y Eimil y a los visitantes Bustillo, Cordero, Etxaniz y Aznar.
En el 29 firmaron los verdinegros, ayer de azul, su primera aproximación en un tiro de Leandro que despejó con acierto Wright. Antes del descanso, el Sestao se apuntó ya algunas fases de dominio y tras el paso por vestuarios logró hacerse con la posesión de forma más continuada.
El Real Unión buscó un juego más directo para penalizar el afán rival por irse arriba. En una de esas sacó Garrido una falta en el perfil derecho de la frontal. Que el propio exrealista la chutara era una opción, pero Rivero cruzó hacia Olartua, en el segundo palo, que la volvió a poner de cabeza. Sergio Benito pudo controlar y chutar y Jon Etxaniz, de forma involuntaria pero clara, desvió el balón con el brazo. Rivero convirtió el penalti. También desde los 11 metros marcó Leandro para acortar distancias. Él mismo había botado el córner en el que el árbitro sancionó el forcejeo en la carrera entre Eimil y Efremov. La incertidumbre de una ventaja mínima es lo único que hizo sufrir al Stadium Gal porque ocasiones como tal, el Real Unión no concedió.
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