El Real Unión se encuentra y se gusta

Para dar con la tecla, primero tuvieron que equivocarse, claro. Los irundarras tocaron y tocaron sin profundidad alguna ante un Aloña Mendi serio y bien ordenado que no sólo no concedió ocasiones al equipo local, sino que supo salir con peligro después de cada robo. Así llegó, al filo del descanso, el tanto de Aiastui, un lance que obligó al cuerpo técnico irundarra a cambiar su plan.

Y no les pudo salir mejor, ya que una de las piezas que Sayar introdujo, Ariztimuño, remató a las redes un centro puesto por el otro carrilero unionista, Cabo.

Esa igualada hizo creer en la remontada y ésta llegó por la vía rápida. Pocos minutos después, el colegiado anuló un gol a los locales tras un libre directo por un forcejeo dentro del área que los de casa protestaron mucho. Sin embargo, no habían pasado ni ocho minutos desde la igualada cuando Olaciregui, de cabeza, culminó una jugada a balón parado. Era el 2-1 y el premio a un cambio de planes con resultados inmediatos.

El filial irundarra no levantó el pie del acelerador, mientras que el Aloña Mendi se mostró por momentos noqueado ante un escenario que tanto había variado en tan poco tiempo. En ese desconcierto, combinado con la necesidad visitante de buscar la meta de Santafosta, Navajas hizo una gran jugada personal que terminó con un penalti cometido por el meta rival. El propio delantero ejecutó con acierto la pena máxima.

Con el 3-1, los oñatiarras sí empezaron a tener el balón y, de hecho, disfrutaron de algunas ocasiones que les pudieron haber valido para recortar las distancias en un marcador que ya no se movería.

Tras este triunfo, los fronterizos suman cuatro puntos de seis con un equipo muy renovado y que, pese a haber empezado perdiendo ambos encuentros, ha sabido reponerse. El Aloña Mendi sigue con su casillero a cero.