El GBC compite pero su esfuerzo es insuficiente ante el Estudiantes

Tuvo una buena puesta en escena el cuadro de Odriozola aunque siempre fue por detrás en el marcador. Es imposible dejar a todos los rivales en cero puntos y la defensa se centró en no conceder muchos tiros desde fuera de lo que se benefició Dejan Kravic que metió casi todo lo que le llegó a las manos. Vrankic ejercía como ejecutor en el GBC que le fue cogiendo temperatura al choque con dos robos y la salida de Daishon Smith que se alió con Xavier Johnson, 11-9 (min. 6). Daba el 'Estu', respondía el GBC hasta que esos nimios detalles que explican que unos tengan tres veces más de presupuesto terminan por decantar un partido. Cristian Díaz y Andric encontraron el aro para poner, primero, seis de ventaja que se convirtió en 31-23 (min. 13).

Llegó el momento de la chirigota arbitral con una falta de tiro no concedida a Ander Martínez, un pie de Granger que no decretaron y que acabó con canasta y técnica a Mikel Odriozola que se subía, con razón, por las paredes. Resultado: 38-23 con 4:39 por jugase hasta el descanso. N'Guessan pescó un rebote, lo metió para abajo y se lesionó en la siguiente jugada. Tiene un esguince de tobillo pendiente de las pruebas que se le realizarán esta semana. El GBC pasó a jugar con Vrankic de 'cinco' y se acercó con canastas de Johnson y triples de Smith y Ansorregi, 38-33 (min. 19). Un último arreón estudiantil dejó la diferencia al descanso en nueve puntos para los del Ramiro.

Granger solo metió una canasta en todo el partido, fue en el tercer cuarto para un 48-40 (min. 24) favorable a los madrileños. Antes de la canasta del charrúa, Motos y Ansorregi firmaron la mejor acción del partido, con robo del donostiarra, perfecto sobre Rodríguez, y asistencia en el contraataque para un matazo a dos manos de Ansorregi que debía haber tenido adicional. No pidamos peras al olmo, claro. La actividad defensiva de Motos contagió a sus compañeros que fueron arañando puntos al luminoso, y una acción de Nicolau encendió la vela de la esperanza, 54-47 (min. 26). Hubo varios ataques para rebajar esa diferencia, pero unas veces el aro, otras las pérdidas o la precipitación, le privaron de ese tesoro al GBC. Eso sí, la defensa y el rebote les mantenían en pie. Llegaron dos tiros libres de Johnson, 54-49 a 2:13 de acabar el cuarto que se convirtió en el punto de máximo acercamiento. No es que el Inveready llegara hasta ahí pero sí se puede decir que a partir de ese momento el Estudiantes puso tierra de por medio.

Primero porque el Pato Garino metió un triple, seguido de una canasta de Cristian Díaz y dos tiros libres, discutidos, de Francis Alonso para dejar el marcador en 61-49 antes de empezar el último cuarto. Volvía a tener que remar contra corriente el cuadro guipuzcoano.

El sueño de asaltar el feudo estudiantil se empezó a desvanecer cuando Kravic y Garino anotaron para poner otra vez 16 de renta a los de Natxo Lezkano, 65-49 (min. 32). Cogió aire el Gipuzkoa Basket con un triple de Vrankic pero en el cuarto final no fue capaz de bajar de los diez puntos de diferencia. Eso ante un equipo que durante muchos minutos situó a cinco jugadores con pasado reciente en la ACB y en la Euroliga, fue muy complicado. Acabó el GBC con la cabeza alta, pensando ya en el Tizona, la siguiente batalla por el playoff que se dirimirá el domingo en Donostia.