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No era el mejor inicio para el Inveready GBC, algo que se encargaron de recordárselo David Jelinek y Vitor Benite. Fue demasiado el Betis, con sus 3,5 millones de euros de presupuesto para un equipo guipuzcoano en construcción, pero lo cierto es que no ... le perdió la cara al partido.Fue voluntarioso, peleó cada balón, se tiró por el suelo y no se le puede poner un pero.Sin embargo, este deporte se llama baloncesto porque hay que meter el balón por el aro, y en eso estuvo peor. Y enfrente estaba un equipazo que esperó su oportunidad para cazar a su presa.
Hubo mucha diferencia en el tiro libre, ya que los verdiblancos fueron 27 veces a la línea por nueve el GBC.Demasiado dispar. Aunque no se perdió por los árbitros. Jelinek con siete puntos seguidos y Benite al final, demostraron por qué entre los dos tienen 800 partidos ACB a sus espaldas.
No empezó mal la cosa. Pareció que seguía el partido de la Real en el Amenabar Arena porque el GBC sacó el taco largo y trató de embarrar el choque de inicio, hacerlo duro para el Betis.Apareció la figura de un terminador. Parece fácil desde 2,11, aunque también entraña su dificultad. Pape Bocar Sall dio las primeras alegrías de la temporada con dos mates, un gorro y unos buenos minutos del GBC para ponerse por delante 11-6 (min. 6).
El equipo de Sevilla aguantaba desde el tiro libre porque solo fue capaz de anotar tres canastas en juego en el primer cuarto. Salió Hughes a la pista. Al principio no entró en calor y fruto de ello el Inveready marcó una máxima 24-16 (min. 13). Sin embargo el alero bético empezó a amasar balón y lideró un parcial 0-12, aunque con siete de esos puntos logrados desde el tiro libre.
Mikel Odriozola fue cambiando las piezas, la de Mokran por tener tres faltas, y llegó el momento calentito de Xavier Johnson que mantuvo al equipo a flote con cinco puntos seguidos para terminar a rebufo del Betis al descanso, 29-30.
Fue un maravilloso espejismo el que protagonizó el Inveready en la reanudación con Mateo Díaz corriendo más que su compatriota Colapinto en su F-1, Vrankic, Johnson y Sall haciendo trizas la defensa bética, 39-35 (min. 24). Sin embargo varios fallos del GBC fueron castigados de la manera más cruel por el equipo andaluz, que esperaba agazapado su ocasión para asestar un golpe que le sirviera para escaparse.
Emergió Jelinek, con su barba y aspecto de guitarrista de The Doors, que, con dos triples y una canasta pisando, dio la máxima a los béticos, 46-55 (min. 29).Lepichev, Johnson yZubizarreta devolvieron la esperanza a los animosos seguidores del GBC, 53-55 (min. 32) y se puede decir que hasta ahí llegó el Inveready, Otro triple de Jelinek y once puntos consecutivos de Benite, cayeron como una losa en la moral guipuzcoana, 57-71 (min. 38). Le dio igual al brasileño hacer su cuarta falta y ser eliminado después porque ya había hecho su trabajo.
El Gipuzkoa Basket lo intentó de todas formas, no tuvo el acierto ni la pizca de suerte necesaria –se le salieron algunos tiros para poder engancharse– y acabó el partido con la cabeza muy alta. El GBC acabó desfondado por el esfuerzo y frío, como es la instalación y sus perennes corrientes, 'Musho' Betis, como dicen en Triana.
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