La actividad de los entrenadores de baloncesto durante un partido es tan intensa como desconocido es el contenido de las infinitas conversaciones que mantienen con jugadores, árbitros e incluso consigo mismos hasta el bocinazo final. El domingo dos amigos como Iñaki Jiménez y Lolo Encinas ... se midieron en el derbi guipuzcoano entre el Acunsa Gipuzkoa y el Juaristi Iraurgi que ganaron 80-70 los donostiarras y su vestimenta habitual lucía un complemento nada habitual. EL DIARIO VASCO colocó en sus solapas un micrófono a cada uno y en las siguientes líneas se muestra lo más destacado de un vídeo que se podrá ver próximamente en www.diariovasco.com. Una perspectiva original de la montaña rusa de tensión, frustración, alegría, ilusión y enfado por la que pasan los entrenadores.
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Lolo Encinas, gran conocedor de las cualidades del Juaristi Iraurgi, había alertado de la peligrosidad del rival en la previa y su intranquilidad aumentaba según se acercaba el salto inicial en una conversación con su ayudante Jorge Álvarez. «A ver cómo empezamos, que estos van a salir...» comenzó Encinas. «Con el cuchillo entre los dientes», añadió Álvarez, quien también sacó el pecho por la mentalidad de los suyos. «Es normal, pero los nuestros también son conscientes eh». Estaban avisados y respondieron a buen nivel, con un gran comienzo de partido y evitando que el Juaristi no estuviese por delante en ningún momento.
En la charla antes del partido Iñaki Jiménez alerta a Ondrej Hanzlik del peligro de Xabi Oroz en el rebote de ataque, y el que avisa no es traidor. El partido empieza con cuatro posesiones consecutivas del Acunsa GBC gracias a tres rebotes ofensivos, dos de ellos del azkoitiarra, quien mete la primera canasta, responsabilidad directa de Hanzlik. «¡Oye! Venga, 'Ondra' (manera en la que llama a Ondrej Hanzlik). Duro, intenso. Hemos hablado del rebote y nos han cogido tres en la primera posesión».
Royo anota el 14-6 e Iñaki Jiménez pide intensidad en defensa. En baloncesto muchos equipos tienen el inglés como su idioma principal, pero en el caso del Juaristi predomina el castellano y el euskera, incluso con jugadas que se denominan 'sua' o 'txoko'. «¡Defensa, defensa! Estutu pase marrak, lanean pase marrak», exigía el técnico donostiarra, en referencia a la defensa de las líneas de pase del ataque del Gipuzkoa Basket para que estuviesen más incómodo.
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Llega el primer tiempo muerto del encuentro, pedido por el Juaristi Iraurgi a 2:42 del término del primer cuarto y con un 18-6 adverso en el marcador. En el bando urolatarra, antes de la reunión con los jugadores, Jiménez habla con su asistente Mikel Odriozola, que lamenta que están jugando sin energía. «Energia gabe gaude jolasten, gauza bat da atzetik joatea, baina gero tentsioarekin jarraitu behar dugu», mensaje que trasladan a los jugadores. «Una cosa es ir 'under' –un tipo de defensa– en los bloqueos y otra cosa es no defender al balón, no defender una línea de pase y no defender nada. Así no podemos jugar con ritmo y tampoco a baloncesto».
Las conversaciones de los entrenadores con los árbitros son de lo más habitual para no solo protestar, sino también para pedir explicaciones, que se fijen en una jugada concreta o, en el sentido inverso, que el árbitro pida que algún jugador en concreto no simule más. Es el caso en el que uno de los tres árbitros se acerca a donde Lolo Encinas y le alerta de una simulación de Aitor Zubizarreta. «El 6, Zubizarreta, en la jugada de la carga creo que puede aguantar más». El técnico asiente y le responde con un «vale, lo hablaré con él».
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Uno de los aspectos que más puede desquiciar al entrenador, jugador y aficionado es el criterio arbitral. Nunca llueve a gusto de todos y un contacto que se permite a un lado de la cancha quizás se pite falta en el otro, despertando la incomprensión, en este caso, de Lolo Encinas, que sin dirigirse a nadie en concreto, se frustra: «Es que no se puede contactar, luego sí, luego no... ¿Cómo va? Unas son faltas, otras no... ¡Vaya rollo!».
Manex Ansorregi es uno de los jugadores a los que más se dirige Iñaki Jiménez. El joven de 19 años crece a pasos agigantados gracias a las constantes tutorías que recibe de sus entrenadores. Durante el segundo cuarto tiene delante en defensa a Kyle Mallers, que acaba de cometer la segunda falta. «Manex, Manex», le llama. «Hain gainean baldin baduzu, moztu iozu, ezin zaitu gelditu. Heldu egingo zaitu eta hirugarrena egingo du, bi falta dauzka», le dijo, con el objetivo de que el norteamericano cometiera una falta más si Ansorregi se decidía a atacarle con bote, animándole con un «no te puede parar».
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Se acerca el descanso y el Acunsa Gipuzkoa Basket vuelve a despegar en el marcador (43-31), motivo por el que el Juaristi pide tiempo muerto. El rival ha entrado en trance en ataque y los urolatarras no han agotado las faltas que tienen antes de entrar en bonus. «Nos van cincuenta puntos al descanso y no entramos en bonus en ninguno de los dos cuartos. Tenemos que gastar una falta en un desajuste, tenemos que dar una hostia en un rebote que se nos escapa. If we need to use one foult, we use it», pide Jiménez a sus jugadores.
Los entrenadores son la cara visible, pero en el cuerpo técnico hay mucho trabajo oscuro de los ayudantes. Mikel Odriozola, donostiarra, es tajante cuando llega el tiempo de descanso y se reúne con su superior antes de entrar a los vestuarios. «Nos han metido 51 puntos. Hemos empezado con cuatro rebotes ofensivos en dos minutos. O recuperamos la energía o no podemos jugar en esta liga. Manex está 'empanado', en los indirectos están saliendo solos. No hay ninguno que hayan preparado para Simons que hayamos defendido bien. O somos capaces de subir el nivel de intensidad o no tenemos nada que hacer».
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La labor de los entrenadores no solo se limita a los aspectos técnicos y tácticos. Gestionan la moral de los jugadores y son una pieza imprescindible para que los protagonistas sientan la confianza sobre la cancha. Lolo Encinas e Iñaki Jiménez no paraban de aplaudir y animar a sus pupilos, como los gritos del entrenador del Acunsa Gipuzkoa Basket hacia Xabi Beraza, que entre su inactividad y la lesión de tobillo, no está encontrando la deseada continuidad. «Venga Xabi, va. ¡Vamos Beraza, vamos, venga Beraza, va!».
Los lobos del Juaristi no han dicho su última palabra y están poco a poco remontando en el último cuarto gracias a que el Acunsa Gipuzkoa Basket está cayendo en la trampa tendida por Iñaki Jiménez de dejar solos y en buenas posiciones de tiro a jugadores que no tienen grandes porcentajes, como Oroz o Ander Martínez. Lolo Encinas pide tiempo muerto a cuatro minutos del final y es claro. «Dejad a un lado el ansía porque quieren que tiréis en ocho segundos para que puedan correr ellos. 'Estoy solo', pues claro, quieren que estés solo. ¡¡Quieren!!».
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