El corazón de Gipuzkoa está en Azkoitia

Su triplazo sirve para que haya opción de hacerlo porque significó el empate a dos en esta preciosa serie llena de idas y venidas, que se dilucidará el viernes en El Plantío (20.30 horas). Quien saque adelante el partido se meterá después de cinco intensas batallas en la final four y se cruzará con el vencedor del Estudiantes-Betis, que ayer empató a dos en la serie también con victoria 77-65 para los verdiblancos, en esa final a cuatro.

Las cosas no salen así porque sí. El destino siempre tiene guardada alguna sorpresa. Muy cerca desde donde Oroz puso patas arriba Illunbe, se encontraban Jon Santamaría y Ricardo Úriz, héroes del primer ascenso, grandes amigos e históricos del Gipuzkoa Basket. Seguro que tuvieron algo que ver para que Aitor Zubizarreta diera el balón a Oroz cuando el reloj estaba a cuatro segundos de apagarse. El alma del equipo debía sentir su momento de gloria. La tensión hizo que después hasta se le cayeran lágrimas de emoción. Lágrimas azules y blancas del Gipuzkoa Basket. El balón llegó a sus manos después de que 'Zubi' hiciera malabares porque a punto estuvo de perderlo. Fue a la segunda cuando le llegó al azkoitiarra.

Habría que rebobinar el partido hasta el inicio del último cuarto, cuando los de Mikel Odriozola estaban ocho abajo y sin muy buenas sensaciones. El técnico donostiarra buscó talento en su banquillo y no tuvo duda en decirle a Josip Vrankic que saliera a la pista. ADN croata y pasaporte canadiense. La calidad balcánica no es algo gratuito y el baloncesto empezó a fluir.

Empezó con un dos más uno y un canastón de Oroz acercaron al GBC, 63-66 (min. 32). Se repuso el Tizona pero Marcius y Vrankic pusieron a uno al GBC, 67-68, y la vuelta a la tortilla llegó con cinco puntos consecutivos del canadiense-croata que hizo que la hinchada se empezara a creer que se podía forzar el quinto encuentro. Se puso por delante muchísimos minutos después, 72-70 (min. 35), pero el equipo de Ocampo es más duro que un acorazado. Apareció Jofresa con su triple habitual y Pacheco pusieron a los castellanos tres arriba. Empató 'Zubi' con otro triple.

A partir de ahí Caio Pacheco anotó para el 75-77 y el capitán igualó a 77 con 1:09 por jugarse. Fallaron Jofresa y Barcello y el que volvió a anotar fue Pacheco, desde la línea del tiro libre. No erró, 77-79 con 39 segundos por jugarse. El balón llegó a las manos de Barcello y el Pistolero, que ayer no estuvo como otros días y metió trece puntos, llevó el partido al empate a 79. Cogió el balón citó a Jofresa hizo una finta y el catalán se escurrió. Le dejó sentado. Se levantó y clavó una suspensión deliciosa.

Quedaban 27 segundos, Ocampo pidió tiempo muerto y tenía una bola. Pacheco se la jugó y falló, el rebote para drama del personal cayó en manos de Horton pero la bola en un mar de manos acabó en las de Zubizarreta, que a punto estuvo de perderlo. Pero la fe mueve montañas. La bola pasó de Azpeitia a Azkoitia para que Oroz dibujara una oda. Para que hiciera llorar a la hinchada y para que una losa cayera sobre los jugadores del Tizona que, como mínimo, tenían la prórroga asegurada. La última batalla de este espectacular playoff, el viernes en El Plantío, donde el GBC ya ha ganado. Mientras haya vida, hay esperanza.