Ane Santesteban, «feliz por poder estar en mis segundos Juegos»

Pocas dudas cabían tras la exhibición de ambas en el campeonato de España del pasado sábado en La Nucía. Las dos endurecieron la carrera, aceleraron cuando lo vieron oportuno y se jugaron la victoria tres minutos y medio antes de que apareciera su inmediata perseguidora. Ganó la ciclista balear pero la guipuzcoana dejó claro quién merecía el billete a Tokio por nivel de rendimiento.

Queda exactamente un mes hasta el día señalado. El 25 de julio, Santesteban afrontará su segunda participación en unos Juegos Olímpicos después de la experiencia de Río de Janeiro 2016. No tuvo su mejor día entonces, obteniendo la 47ª posición, y llega esta vez más curtida, preparada y experta en carreras de primer nivel.

De hecho, la decisión oficial le pilló ayer volando hacia una de esas pruebas en las que se medirá con lo mejor del pelotón internacional. Mañana, coincidiendo con la salida del Tour de Francia desde Brest, disputará con su equipo BikeExchange –una de las escuadras más potentes en el ciclismo femenino– 'La Course by Le Tour de France', carrera de un día con un recorrido de 107,4 kilómetros con inicio en la citada localidad bretona y final en la ciudad de Landerneau. Mientras hacía las maletas, anunciaba sentirse «feliz por poder anunciar que estaré en mis segundos Juegos Olímpicos».

A sus 30 años, ha alcanzado una madurez que, junto a su calidad, le hace ser una de las habituales en competiciones de ese primer nivel mundial. Su calendario de este año, por ejemplo, ha incluido la Amstel Gold Race, la Flecha Valona y la Lieja-Bastogne-Lieja –obtuvo un meritorio decimoctavo puesto en esta dura clásica–, logrando después el Top10 en las clásicas de casa de nivel internacional: novena en la Nafarroako Women's Classics, sexta en el Gran Premio Ciudad de Eibar y novena en la Durango-Durango. En el campeonato de España demostró ser, junto a Mavi García, de lejos la más fuerte del pelotón estatal.

Ane Santestebanllegará en buen momento a la cita olímpica. Ya el año pasado era uno de sus objetivos, pero las condiciones de la pandemia propiciaron el retraso de un año que ella misma reclamaba. No pudo entrenarse como otras ciclistas de otros países y declaró entonces que «creo que unos Juegos se merecen igualdad». Ahora puede preparar la puesta a punto final después de una temporada sin altibajos en la que ha alcanzado un gran nivel.

Santesteban conoce de cerca la calidad de las mejores ciclistas del mundo y por eso no se marca un objetivo concreto en la prueba en línea de Tokio, aunque espera que el desorden y las alternativas que pueda deparar una jornada tan especial puedan jugar a su favor. Por de pronto, las características del circuito no le disgustan. Son 137 kilómetros con 2.700 metros de desnivel acumulada, lo que denota una dureza que beneficia a una ciclista ligera como ella.

Las buenas sensaciones transmitidas en otro recorrido duro como el de La Nucía en el campeonato de España le dan moral y aún tiene cuatro semanas para apuntalar su estado de forma.