La llama olímpica ha recorrido Iparralde bajo la lluvia

El numeroso público que a las ocho de la mañana esperaba en las inmediaciones de la Côte des Basques en Biarritz ha podido plegar por unos minutos su paraguas cuando la antorcha ha hecho su primera aparición. Este ha sido el punto de partida de la etapa en la que la llama ha sido trasladada por casi un centenar de portadores y que ha tenido a la lluvia como invitada de última hora. Tras subir al faro, la llama ha llegado Anglet por el Boulevard de la Mer antes de entrar en Chambre D'Amour y llegar a la Surf Avenue. En Anglet se ha producido una de las imágenes más curiosas del día ya que el grupo Lous Tchancayres de Mont de Marsan (Landas, Francia) esperaban desde lo alto de sus zancos la llegada de la llama.

Desde Anglet la llama ha puesto rumbo a San Juan de Luz, a menos de 15 kilómetros de la frontera de Irun. Medio centenar de diferentes embarcaciones han escoltado la antorcha que navegaba a bordo de la trainera de Ur Yoko hasta alcanzar tierra firme; una imagen espectacular que se ha visto empañada por la fuerte lluvia que en ese momento caía sobre la localidad. Muchos han preferido apostarse en las inmediaciones de Ziburu para ver desde allí la llegada de la llama a tierra firme.

Una vez en tierra, una tamborrada infantil ha recibido a la antorcha antes de dirigirse hacia Grande Plage. El exfutbolista Bixente Lizarazu ha tomado el último relevo en este tramo y la llama ha puesto rumbo a Baiona donde ha realizado un recorrido de 4,6 kilómetros entre las dos orillas del Adour entre un aguacero espectacular. En el agua se ha vivido otro de los momentos más destacados de la jornada. Los remeros del Euskal Arrauak Baiona han sido los encargados de trasladar la antorcha por el Nive hasta llegar al Ayuntamiento.

A partir de aquí, la llama ha comenzado a alejarse definitivamente de Gipuzkoa rumbo a Hasparren, donde la lluvia ha dado una tregua, para seguir hacia Orthez, Arette, localidades que ya ha comenzado dejar atrás para llegar a Pau, en el corazón de Béarn y ciudad escala donde reposará la llama olímpica después de una pequeña ceremonia frente al Palacio Beaumont, antes de reemprender la marcha el miércoles rumbo a Périgueux y Burdeos.