«No he podido fluir ni dar lo mejor de mí»

No era ni mucho menos el resultado que perseguía, por eso sus palabras, todavía sin haberse desprendido del casco y el peto de competición, no podían esconder la decepción que se había llevado después de concluir la final en el último lugar y «no haber podido responder a la competición». Maialen Chourraut siempre habla claro y con su tono habitual no quiso disimular el mal trago que le causaron los errores que cometió en el descenso definitivo.

«He tenido atravesada la puerta número dos desde el primer día, desde la primera bajada. Han cambiado el recorrido, pero esa puerta no. No he sido capaz de sacarlo y me quedo con esa pena», expresaba la lasarteoriatarra afectada aún por esos descuidos que le arrebataron todas las opciones de medalla en el inicio de su descenso.

Se mostró «fastidiada por no haber sido capaz de sacar esa maniobra», tanto en las pruebas oficiales como en las bajadas de reconocimiento. «En los entrenamientos también la he tenido atravesada. En cada bajada empezaba de cero, analizaba muy bien cómo lo tenía que hacer, pero luego en el agua no he conseguido sacarlo. Soy la única persona a la que se le han atravesado esas puertas, no he encontrado la solución adecuada», declaró resignada sin encontrar una explicación. «Me gusta ser rápida, pero hoy no lo he podido ser», se lamentó.

«No he podido fluir ni dar lo mejor de mí en ese inicio. No he dado mi mejor versión», reconoció, aunque también sostuvo que se encontraba «contenta de haber podido ir manga a manga». «Me quedo con la pena de que hay más Maialen Chourraut dentro», confesó además, porque «el objetivo era remar lo mejor posible y dar mi mejor nivel. Ha sido una pena».

La palista explicó que no quiso tomar más riesgos de los necesarios. «Mi navegación no es de tomar riesgos, no me ha salido la puerta dos, así es este deporte. A veces las cosas más simples suceden así». Valoró el nivel de las demás competidoras. «No siento envidia, son mujeres que han trabajado muy fuerte, se merecen estar aquí, son como de la familia. Hemos compartido muchos años de piragüismo y para mí es grande verlas competir y triunfar. Disfruto muchísimo del espectáculo y viéndoles remar a este altísimo nivel».

Aprovechó también la ocasión para reivindicar el piragüismo como ejemplo de deportividad. «Es un patrón a seguir para otros deportes. Es una gozada ver cómo nos apoyamos las unas a las otras». Se deshizo también en elogios hacia la afición. La que le acompañó ayer en el estadio náutico de Vaires-sur-Marne y la que le apoyó a través de la televisión. «Me siento muy querida. Ha sido una pasada competir aquí en París con esta afición que ha sido impresionante. Soy muy afortunada de haber tenido la oportunidad de haber estado aquí y de haber vivido esta experiencia. No he podido estar mejor acompañada. Ha venido muchísima gente a vernos, ha sido una gozada estar en el agua con este empuje, lo he disfrutado y me ha hecho sentirme muy viva».

Chourraut no quiere oír hablar de los próximos Juegos Olímpicos. «Queda muchísimo todavía, tengo 41 años y a los 45 será muy difícil sacar rendimiento a este cuerpo. La biología es la biología y voy estirando el chicle, pero aún queda París», respondió. «Me he puesto a tono esta temporada, estoy muy bien, pero cuatro años más es muchísimo decir. No está solo en mis manos, la gente aprieta fuerte y trabaja muy duro».

Todavía no ha finalizado la competición para la guipuzcoana. En los próximos días entrará en liza en la nueva disciplina de kayak cross, en la que coincidirá con la donostiarra Miren Lazkano. Es el objetivo más inmediato de la guipuzcoana. «Tengo la cabeza en eso, en descansar y en ir a por el kayak cross», apuntó la triple medallista olímpica que aún no ha dicho su última palabra en París.

• Temas
• Juegos Olímpicos
• Maialen Chourraut
• Piragüismo aguas bravas
• Piraguismo