Lucas Eguibar nos ha hecho vibrar

A todos se nos queda la sensación de que Lucas lo tuvo ahí en un circuito muy estrecho, que no permitía fallos ni adelantamientos. Iba lanzado en una zona en la que es difícil dejar la tabla planchada para coger velocidad y él lo estaba haciendo, pero se quedó encerrado y ya no pudo tirar para adelante. Lástima.

Insisto en que ha sido una de sus mejores temporadas, con seis finales en la Copa del Mundo. Tiene que estar contento como lo estamos todos. Ha ganado Martin Noerl, un tipo que viene cuajando temporadas casi impecables. Va a más y no sé dónde está su techo. Es raro no verle en una final. Solo algo muy extraño lo evita. Es otro fuera de serie.

A mí me gusta fijarme en competidores como ellos. Ahora mismo estoy en Austria y mañana (por hoy) pongo rumbo a Italia donde el jueves afronto mi gran reto de la temporada: el Mundial júnior. Estoy muy motivado porque vengo de subir a un podio de la Copa del Mundo absoluta por primera vez, de proclamarme campeón de España y de acabar en el decimotercer puesto en el Mundial.

Después de verle a Lucas, todavía tengo más ganas de dar el do de pecho. El año pasado me tiraron en la final del Mundial júnior y estoy deseando que llegue el día. La cita se celebra en una estación que no conozco, San Pellegrino, y hasta el miércoles no podré pisar el circuito, pero voy a por todas.