La gloria tendrá que esperar

El partido estuvo disputado, pero los locales fueron más contundentes y aprovecharon mejor sus oportunidades. Los de Iñigo Marotias lo dieron todo y presionaron hasta el final, empujados por el aliento de varios centenares de aficionados ordiziarras que viajaron hasta Sant Boi en autobuses y en coches particulares. La plaza de Ordizia también estuvo llena desde el mediodía para seguir la final en las pantallas instaladas por el Ayuntamiento, pero no se pudo redondear la fiesta con la copa de campeones.

El encuentro se puso pronto de cara para Ampo, con un ensayo de Elliot Ryan y una transformación de Valentín Cruz en el minuto 15, pero a partir de ahí los ataques de los ordiziarras no fueron del todo fluidos y los locales le dieron la vuelta al marcador en apenas cinco minutos (los que van del 23 al 31) con un ensayo de Imanol Martínez y una transformación y dos espectaculares drops de Javier Rojas y el mismo Imanol. (13-7 al descanso).

En la segunda mitad, los de Marotias empezaron empujando y tuvieron ocasiones para igualar y voltear el luminoso, aunque fue Ignacio Contardi el que puso la puntilla al encuentro con un ensayo en el minuto 58. Javier Rojas sumó la transformación y ponía un ya abultado 20-7 en el marcador. Todavía quedaba tiempo de sobra, pero el Ampo ya no volvería a estar por encima.

Fue Valentín Cruz con un golpe de castigo quien acercó al Ampo, pero esa reacción la contrarrestó Rojas con otro golpe de castigo (23-10). Un ensayo postrero de Lander Gómez apenas consiguió apretar algo el resultado. La transformación final de Cruz ponía el 23-17 definitivo.

El encuentro llegó al final con este resultado, impidiendo así que los ordiziarras lograsen su primer liga en la segunda final disputada en su historia. El marcador hizo justicia a lo que se vio en el campo. Una pena para los guipuzcoanos, que vuelven a ser subcampeones, aunque la temporada ha sido sobresaliente.

El comienzo del partido ya vislumbró que el camino iba a ser tortuoso y lleno de dificultades. Es más, la ausencia del segunda Katjijeko en el quince por lesión añadió más problemas. Además, a los pocos segundos, la Santboiana entró en zona de 22, un balón adelantado local lo iba a anular Valentín Cruz, cuando llegó por detrás el chileno Saavedra e hizo un placaje a destiempo y en la parte inferior del argentino, que pudo ser muy peligroso. El árbitro no sacó la amarilla cuando la acción lo requería.

Valentín Cruz se recuperó, pero todavía aturdidos por ese golpe, a los ordiziarras les costó deshacerse del dominio inicial de los de Sant Boi de Llobregat.

Poco a poco las líneas ordiziarras ganaron terreno y desde el minuto 8 al 18 cambiaron las tornas. Eran los goierritarras quienes empujaban y apretaban hasta llegar a la zona de 22. Todo un aviso de intenciones fueron las decisiones de pedir melé e incluso touch en los golpe, cuando se podían lanzar a palos. Ampo Ordizia iba con todo. Y la decisión les salió bien. El rugby premió la valentía y Ryan salió veloz de una melé a cinco empujada con fuerza por la Santboiana, aunque dejando solo al medio melé para que este ensayara y sumase los primeros cinco puntos. Cruz puso el 0-7 con una patada muy complicada.

La reacción de los locales no se hizo esperar. En una contra, tras touch a favor ordiziarra, Chambers encontró hueco y creó ventaja para ceder el oval. Esta vez, en una gran jugada, era Martínez quien posaba el oval y subía los cinco primeros puntos. Rojas también anotó la conversión y el partido comenzaba de nuevo.

Esa jugada espoleó a los locales, que en los siguientes cinco minutos se sacaron dos drop imposibles. El primero, de Rojas, entró llorando, pero era de una dificultad máxima. No quedaba otra que aplaudir y seguir peleando. En el siguiente ataque catalán, Martínez recibió más allá del centro del campo y encaró la defensa ordiziarra. Antes de que llegara Oosthuizen se atrevió con otro drop de más de 40 metros que entró por el centro, ayudado por el ligero viento. La ventaja era de 13-7 en el marcador y ambos equipos se dirigían a vestuarios con todo por decidir.

Ampo Ordizia atacó en los últimos minutos de la primera parte, y la segunda comenzó de la misma forma. Los goierritarras buscaron el ensayo, pero les faltó efectividad, ese último pase, esa brillantez y esa inspiración que ayer echaron en falta en el Baldiri Aleu. El partido no tenía mucha continuidad y los parones eran constantes, el cansancio hacía mella y eso perjudicaba los intereses ordiziarras. Elliot Ryan sufrió una lesión que le apartó del partido. Alain Araña entró en su lugar.

La Santboiana, sabedora de la pequeña ventaja que poseía, defendía y esperaba su oportunidad como cuando un felino quiere atrapar a su presa. Y lo hicieron. En otra contra bien llevada se metieron en campo ordiziarra y en una gran maniobra de los tres-cuartos Contardi ensayó bajo palos. La sencilla conversión ponía un 20-7 peligroso. Quedaba mucho, 22 minutos, pero no hubo ritmo, ni continuación. Sin apenas fases, cada ataque de Ordizia moría en una infracción. Los puntos finales maquillaron el resultado.