¿El cuarto triplete?

Cuenta con los mimbres adecuados para volver a saborear las mieles de anteriores ediciones. No es menos cierto que las dificultades no han descendido respecto a las experiencias pasadas, en virtud de la manifiesta igualdad por la que se está caracterizando la Liga de este año. La tendencia de las últimas ediciones ha sido la de que se estaba acentuando la igualdad entre los equipos. Antiguamente la Liga era cosa de uno (el Iber) luego ya se empezó a rifar entre dos (el Ferrobús comenzó a reivindicarse) o incluso tres, cuando entró en liza el Itxako. Más tarde se vivió la etapa dorada del Bera Bera en la que encadenó cuatro Ligas consecutivas y tres tripletes en cuatro años. Esta situación daba pie a que los profanos pensaran que no había rivales de entidad. Nada más lejos de la realidad, teniendo en consideración que casi todos los títulos se decidieron en la última o penúltima jornada, fruto de la igualdad. Lo mismo ocurrió con la Copa. Y tanto el Mecalia Atlético Guardés como el Remudas acabaron con ese dominio guipuzcoano en ambas competiciones.

Ahora se presenta una nueva oportunidad para volver a tocar el cielo. Imanol Álvarez cuenta con los mimbres suficientes y lo mejor de todo es la progresión que ha experimentado a partir del parón. La recuperación de las lesionadas ha contribuido a mejorar el rendimiento del equipo.

Europa ha sido su mejor escaparate. Sus dos sobresalientes jornadas en la liguilla de la Copa EHF es como mejor definen a este equipo que jugando de esta manera está creando más afición.