El Eibar, eliminado de la forma más cruel

El rugby fue injusto con un equipo que mereció la victoria y que lo tuvo en la mano. No eran favoritas, pero cayeron con las botas puestas y haciendo no solo sufrir, sino ver que se les escapaba la final a las máximas favoritas. El Eibar cayó con las botas puestas llevando su plan perfecto y a rajatabla, pero el perder con una última patada hizo daño en el ánimo de las jugadoras.

A pesar de que el conjunto de Majadahonda partía como favorito, el Eibar salió a morder, dominando la posesión en los primeros minutos del partido como ya predijo la capitana, Amaiur Mayo. Después de una melé Aleuz Cid aprovechaba con una espectacular salida de ocho para poner los primeros puntos en el marcador guipuzcoano.

Uri Barrutieta se unía a la fiesta a los 18 minutos con el segundo ensayo tras una combinación llevada por Libe Erbina para poner un 0-12 que dejaba claro que el Eibar iba muy en serio. La delantera estaba realizando un trabajo encomiable y al borde del minuto 30 la primera línea neozelandesa, Tauoasosi, conectaba con Nerea García que se marchaba bajo palos para poner en una situación muy complicada a las madrileñas, con un 0-19 en el marcador. La primera parte del Eibar fue perfecta y sorprendió a las majariegas.

En la segunda mitad cambió por completo la decoración del partido y fue en gran parte debido al cansancio acumulado por las guipuzcoanas. Sin la frescura de la primera parte se empezó a sufrir mucho en las fases de conquista y sobre todo en la melé. A partir de ahí las locales embotellaban a las visitantes y dieron la vuelta al marcador. Al poco de comenzar el segundo acto Guerrero sumaba los primeros puntos para el Majadahonda (7-19).

A poco más de diez minutos para el final llegaba el 22-19 que parecía que iba a romper el partido a favor de las locales, pero la reacción eibartarra puso en jaque a las majariegas. Barrutieta rompía la línea y conectaba con Amaia Erbina que posaba el cuarto tanto para las suyas, 22-24.

Con los 80 minutos expirando, una indisciplina dudosa del Eibar otorgaba al Majadahonda un golpe cercano y centrado que no desaprovechaban para poner el 25-24 y el árbitro pitaba el final del partido sin tiempo para más.