Sanpedrotarra (sus padres regentaron el más que mítico Bodegón San Pedro) como Markel Amat Baztarrika, campeonísimo en esgrima, director financiero de empresas en China, República Checa, Inglaterra y Eibar, alumno de un master sobre fiscalidad en Bilbao, campeón de continuo a nivel autonómico, nacional e ... internacional en modalidad mar-costa.
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– Hace unos días recibiste una carta personalizada y escrita a mano de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español. ¿Qué decía?
– (...) 'Es un placer comunicarte que el Comité Olímpico Español ha acordado, a propuesta de la Comisión de Distinciones, otorgarte la Medalla del COE por tus destacados méritos deportivos'.
– Felicidades. San Pedro sabe que fuiste campeón del mundo a finales del siglo pasado. Pero creíamos que lo habías dejado...
– Lo hice. En los años que trabajé en medio planeta. Pero volví a la Alta Competición hace un tiempo. En una playa que conozco tanto como La Concha, la Zurriola u Hondarribia, la de Peñíscola. La familia veraneábamos allá. Conocía las aguas, conocía el tipo de pesca. Y aún podía lanzar el hilo a unos 215 metros de distancia.
– Como un misil.
– Más allá de lo que hace un lanzador de jabalina. La pesca de competición (las capturas se devuelven al mar) no es un juego. Es un deporte. Un arte. Necesitas físico y conocimiento. Las costumbres de los peces. La aerodinámica. Saber cuándo las corrientes van a frenar, arrastrar o romper tu hilo. Descubrir que a veces la 'bola' de peces que se forma alrededor del cebo es tan grande que llega a partirte el hilo. Saber, los norteños lo sabemos, que en algunas playas la mar sube y baja. Que a veces los peces están cerca y a veces, lejos.
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– ¿Y eso es algo que ignoran algunos mundialistas?
– Y tanto. Por eso nosotros, los vascos, los cántabros, los astures, somos imbatibles en el Cantábrico y por todo el Golfo de Vizcaya. Muchos otros pierden los aparejos, las cañas, todo, en un golpe de mar. Nosotros sabemos también que si te metes 30 metros acabarás ganando 20 al rival que se ha quedado en la orilla.
– Ajá, de ahí las bonísimas capturas tuyas y de Arkaitz Sáez de Urtubia aquella vez en Laredo.
–Más o menos, sí. Creo que nos hicimos con unos 21 kilos. En La Concha también has de tener en cuenta que con la pleamar los peces están más cerca y con la bajamar, más lejos. En toda la costa francesa pescar es una maravilla. No lanzas muy lejos pero capturas lubinas hermosísimas.
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– Un deporte muy físico. Y mental. Y según tú, un deporte que se practica incluso cuando no estás ni en la costa ni en la playa ni en la roca ni en competición.
– Claro. Estás 'pescando' cuando en una cena entre amigos discutes sobre cebos y aparejos. Cuando montas tanto lo uno como lo otro. Cuando, como hace el campeón de MotoGP en circuito o el ciclista que prepara una contrerreloj, analizas el tramo de costa que te ha tocado para competir. Estudias el mar, las bancadas, todo.
– ¿Y el factor suerte?
– Ahí está. Como en las palomeras, mucho dependerá del puesto que te ha tocado. Y de que siempre sois tres elementos vivos en acción, tú, los peces y el mar. A veces, cualquiera de los tres, o los tres, se comportan, nos comportamos, de forma imprevisible.
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– Algo pasó en el Mundial de Túnez que os dejó a toda la Selección muy pero que muy tocada.
– Somos la referencia absoluta para otros países. Tanto en chicas como en chicos, en seniors como en juveniles. Somos un equipo compacto, solidario. Si alguno de nosotros cambia de táctica vemos que los rivales lo hacen también. Aquella vez sabíamos que no nos iban a dejar ganar el oro. Apuntaban a los locales capturas que no habían realizado... Hubo horas de capturas frenéticas y otras con poca pesca pero sus piezas eran las más grandes. A pesar de eso, obtuvimos tres medallas. Al recogerlas, expresamos nuestra rabia y casi provocamos un conflicto diplomático.
– Parece que no, el presidente del COE insiste en su carta, 'recibe mi más cordial felicitación por ese tan merecido galardón'.
–Se agradece y lo recibiré pensando en mis compañeros y compañeras. Y luego, practicaré rock fishing. No es modalidad mundialista ni de campeonato pero me apetece lanzar hilo desde las rocas de Zumaia o Águilas.
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