Los 500 de Rahm y los 700 de Ohtani

La Euroliga de baloncesto ha aprobado incluir a un equipo de Dubái en la competición, lo mismo que al Paris Basketball, porque la inclusión de la ciudad es estratégica para la competición. El equipo emiratí tendría que estar integrado en una competición en Europa y todo apunta a que será inscrito en la Liga Adriática (con clubes de las seis repúblicas de la extinta Yugoslavia). El choque cultural se solventaría con un buen saco de dinero que doblegue el posible escepticismo balcánico ante su destino como pista de aterrizaje. Ayudaría si se confirmase finalmente que el entrenador de ese nuevo equipo de Dubái sería el serbio Svetislav Pesic.

No pocos ven en esta maniobra de la Euroliga la puerta de entrada para que los regímenes del Golfo Pérsico introduzcan a sus equipos de fútbol en la Champions League. Observan que si fichan a futbolistas como Cristiano Ronaldo, Benzema y compañía no es para jugar pseudoamistosos en el desierto sino para tener un papel preponderante. Lo hacen en el ciclismo, la Fórmula 1, ahora en el golf... ¿Por qué no en el fútbol?

Frente a estas cifras, que el mejor ciclista del mundo cobre 20.000 euros por correr una carrera de ciclo-cross casi invitaría a la compasión, si no fuera porque lo que gana Van der Poel en dos de estas pruebas equivale al sueldo anual de no pocos ciclistas profesionales. En cuanto corra la tercera (eso pasará el día 23 de este mes) superará lo que un porcentaje nada desdeñable de sus colegas del World Tour –la máxima categoría internacional– recibirán en nómina en todo 2024.

Las cifras de la Real en la Liga de Campeones también son aclaratorias. Los 900.000 euros que ingresará solo por el empate en Milán son algo menos que el presupuesto total de la temporada del GBC y algo más que los del Super Amara Bera Bera e IDK Euskotren.

Dicen que Ohtani es el nuevo Joe di Maggio, porque batea y lanza. Eso tendrá que demostrarlo. Para empezar, no se podrá casar con Marilyn Monroe. Rahm llega casado a Arabia, lo contrario estaría mal visto por allí. El gran dinero corre a raudales, mientras más abajo...