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iñigo aristizabal
Domingo, 21 de agosto 2022, 13:33
Iñigo Peña volverá del Campeonato de Europa de Munich con muchas agujetas, pero también con dos medallas de plata, por lo que la sobrecarga de pruebas con la que ha lidiado ha merecido la pena.
El zumaiarra subió al podio de Munich por primera vez el viernes, junto con Paco Cubelos, Roi Rodríguez y Pedro Vázquez, en K-4 1.000. Y ayer volvió al segundo cajón, de nuevo con Cubelos, en este caso en K-2 1.000. Además de esas dos finales, ha remado en cuatro ocasiones más y precisamente el cansancio en el último día influyó en que no pudieran acabar a lo grande, con el oro. Se lo llevó Alemania con un tiempo de 3:13.812. Nuestros protagonistas quedaron a 693 milésimas y tercera fue Italia, a 1.250 segundos de los ganadores.
Peña y Cubelos, Cubelos y Peña, formaron barco durante más de cuatro años, acabando con el quinto puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en K-2 1.000 metros. Después separaron sus caminos pero en Múnich los han vuelto a juntar en competición, dejando claro su alto nivel de compenetración.
El guipuzcoano asegura que «es difícil de explicar. Con algunos compañeros con los que teóricamente deberías ir bien pruebas a montar un barco y no te compenetras y con otros lo haces a la primera y va fluido. Con Paco cada vez que vamos juntos se nota que vamos bien. Aunque hemos entrenado poco juntos y llevábamos más de un año sin competir juntos, el jueves en la eliminatoria parecía que el tiempo no había pasado y que habíamos seguido entrenando juntos. Enseguida se vio que íbamos bien y se disiparon las dudas que teníamos. Somos muy compatibles a pesar de ser muy distintos físicamente y juntos formamos un barco seguro». Tienen 24 centímetros de diferencia en altura, 1,70 el toledano y 1.94 el zumaiarra.
Tras la competición de ayer, el de Zumaia aseguró estar «muy contento. Las medallas siempre están muy caras y subir al podio es para estar contento. En ese momento ves que merece la pena todo el esfuerzo realizado».
El K-2 1.000 era «la tercera prueba para mi en este Europeo y es una de mis favoritas. Pero estaba muerto. Era el cuarto día de competición y la sexta regata. En el calentamiento notaba que el cuerpo no respondía bien y tenía muchas dudas. Veía que estaba en riesgo una medalla que en otras condiciones sería casi segura. Poco a poco fui engrasando el cuerpo, se fue despertando, y conseguimos la medalla. Seguramente con más descanso podríamos haber ganado. Con todo, dos medallas de plata y un séptimo puesto es para estar contento. Viendo cómo estaba por la mañana, habría firmado la medalla seguro».
La selección española ha acabado el Europeo tercera en el medallero, pisando el podio quince veces, solo por detrás de Alemania (diecisiete) y Hungría (dieciséis), firmando la mejor actuación de su historia. A ella han contribuido Peña con dos medallas de plata y la pasaitarra Begoña Lazcano con la de bronce en K-2 1.000 metros junto con Laia Pelachs. El irundarra Aitor Gorrotxategi ha sido el tercer guipuzcoano en el evento, cuarto en la final 'B' de K-1 1.000 metros
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