

Secciones
Servicios
Destacamos
No ha pasado el corte pero lo merecía. José María Olazabal (Hondarribia, 1966) ha entregado una tarjeta con 74 (+2) golpes que sumados a los ... 77 (+5) del jueves no le ha dado para seguir en el torneo. Augusta no ha sido justo con él en esta edición.
Tres borrones en la primera vuelta del jueves, entre el 10 y el 14, cuando hizo triple bogey –tuvo que sacar la bola a calle tras una mala salida y luego raro en él se pasó de green–, bogey y bogey le han castigado sin piedad.
Los números son contundentes: el balance de los nueve primeros hoyos en las dos vueltas le da un saldo de -1 (+1 el jueves y -2 este viernes) mientras que entre el hoyo 10 y el 18 ha sumado +10 (+6 el jueves y +5 este viernes). Esos once golpes de más le han dejado sin posibilidad de seguir compitiendo mañana y pasado.
Olazabal se ha hinchado a hacer pares, once cada día. Y ni por esas. Significa que sigue siendo competitivo cuarenta años después de su primera participación en el Augusta National pero no suficiente para incrustarse entre los cincuenta que pasaron el corte. El hondarribiarra, hoy, ha arrancado desde el tee del 1 y después de los nueve primeros hoyos le había ganado dos golpes al campo, en el par cuatro del hoyo 3 y en el par cinco del hoyo 8, cogiendo calles con el drive y mostrándose sólido con los hierros. Desde la distancia se le veía enganchado con el campo.
Su primer bogey ha llegado curiosamente en el par tres del 12, en el Amen Corner, donde la víspera estuvo a dos palmos de hacer el hoyo en uno.
Ha tropezado de nuevo en el 15 al hacer doble bogey. Olazabal ha atacado la bandera en su tercer golpe salvando el agua que defiende el green, la bola llevaba la línea perfecta, pero le ha faltado un metro para alcanzarlo. Se ha sido llorando al agua. Ha dropado en ese punto, en el antegreen, desde donde ha pateado y el sexto golpe se ha quedado a un palmo de embocar. Ese siete en el hoyo 'Firethorn' le cerró las puertas del fin de semana.
Sin embargo, todavía ha querido dejar su huella. Un hoyo después, en el par 3 del 16 en el que hay más agua que hierba entre el tee y el green, Olazabal ha hecho diabluras con el hierro al quedarse a nada de hacer hoyo en uno. La pelota ha pasado a un dedo del hoyo y se ha detenido a medio metro para desde ahí concretar su tercer birdie del día.
En ese punto estaba al par del campo. Se merecía hacer las paces con Augusta, pero no ha habido tregua. Otra vez el campo le ha ganado con bogey en el par cuatro del 17, tras errar un putt de un par de metros, y bogey en el par cinco del 18 tras un mal approach.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.