Hay presente y futuro

En esta Copa de Europa, sin embargo, la Real ha ido de tapada. Nadie contaba con ellas y han hecho saltar la banca por los aires. Me he quedado prendado de jóvenes como Ane Ergüin o Irati Arrillaga, que han afrontado esta competición con una pasmosa tranquilidad; he disfrutado con el temple y la calidad de Maider Altuna y Patricia Maraña -el gol que marcó ésta en los cuartos desde su propio campo es para guardar en vídeo-; qué decir de Ane Segurola y de Nereba... Todas han dado su máximo en el momento que había que hacerlo. Es lo que busca todo deportista de élite y que no todos lo consiguen.

Lo mejor es que este resultados, la forma en la que se ha conseguido, va a ser una inyección para toda esta generación y las que vendrán. No se me ocurre mejor promoción ahora que por fin la Real va a tener un nuevo campo de hockey en la zona del aparcamiento en superficie del hipódromo. Y es que muchas de las jugadoras gastan su tiempo libre entrenando en la escuela de hockey. Esas jugadoras que salen en el periódico colgándose medallas, son las entrenadoras de la Real del futuro. Qué maravilla.