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Un numeroso grupo de tiradores dispuestos a iniciar su ronda de disparos durante un entrenamiento en el Paco Yoldi.

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Un numeroso grupo de tiradores dispuestos a iniciar su ronda de disparos durante un entrenamiento en el Paco Yoldi. FOTOS BORJA LUNA
Tiro neumático | Open Blankolari

«Si pruebas, es un deporte que engancha un montón»

El Open Blankolari de tiro neumático se disputará los próximos 4, 5 y 6 de octubre en Donostia, en las instalaciones Paco Yoldi de Anoeta

Enrique Echavarren

San Sebastián

Domingo, 22 de septiembre 2024, 02:00

Juanma Esnal es la cabeza visible del Open Blankolari de tiro neumático que se disputará los próximos 4, 5 y 6 de octubre en Anoeta, en las instalaciones del complejo deportivo Paco Yoldi, con entrada gratuita, y que este año cumple su undécima edición. Tomarán parte tiradores de Andorra, Francia, Portugal, Montenegro, Bulgaria y España. «Viene un campeón de Francia de carabina y otro de pistola. También una joven juez árbitro de pistola de Ciboure, sobrina del expelotari Pampi Laduche», enumera.

Tiene 70 años. Donostiarra del barrio de Gros, lleva una década jubilado tras ser propietario en su día de una empresa de calderería. «Son casi cuatro décadas metido de lleno en esta historia. Empecé con arma corta y fusil. Íbamos a tirar al campo de tiro de Ansoain, cerca de Pamplona. Hace años había otro en Bidebieta, en Donostia, pero se cerró. Sigue estando en el mismo sitio, aunque ahora rodeado de casas y abandonado», recuerda con cierta nostalgia.

En su día fue cazador de paloma y malviz. También durante cuatro años de caza mayor «lo dejé hace 30 años, me aburría. Ahora disfruto con el tiro neumático. No hay comparación», proclama. Entrenador nacional de tiro, también es juez árbitro de categoría nacional.

La Guipuzcoana cuenta con 150 licencias de tiro de precisión y más de 500 de tiro olímpico y de plato

El tiro neumático es una disciplina en la que se dispara a unas dianas con armas de aire y carga precomprimida –pistolas y carabinas–. «A cada arma se le incorpora un depósito de aire precomprimido que permite realizar entre 150 y 200 disparos a treinta puestos con blancos desde una distancia de diez metros», puntualiza.

Paciencia y habilidad

Su práctica es sencilla. «Sólo se necesita paciencia, habilidad de pulso y buena vista. Eso es muy importante –añade–. No contamos con una escuela propia en el Balda, estamos trabajando para conseguirla. Nuestros vecinos son los tiradores de arco».

Aclara que «no es un deporte de riesgo. Es el que menos incidencias tiene en las estadísticas de valoración de accidentes. Cada vez que se realiza un disparo, a la pistola o el rifle se le introduce una bandera de seguridad dentro del cañón y así el árbitro sabe que no está cargada. El arma siempre tiene que estar apuntando a la pared y el tirador no puede darse la vuelta con ella en la mano».

La Federación Gipuzcoana cuenta hoy en día con 150 licencias de tiro de precisión –carabina y arma corta– y más de 500 de tiro olímpico y de plato.

Se trata de un deporte accesible para la mayoría de los bolsillos. Una pistola de competición de segunda mano de iniciación puede costar entre 200 y 300 euros, «pero las buenas, las de gatillo electrónico, valen entre 2.000 y 2.500 euros. Las carabinas por un estilo, las hay desde 1.500. Son armas para toda la vida, se las puedes dejar de herencia a los nietos», bromea Esnal antes de aclarar que «en pistola hay una modalidad de precisión en la que se pueden hacer sesenta disparos consecutivos en noventa minutos, incluidos los quince de calentamiento y ensayo en blanco electrónico. En cambio, en carabina los blancos son más pequeños y más precisos. En la escuela tenemos tres carabinas para enseñar a la gente que comienza. Tienen ya 22 años cada una».

Fernando Mitxelena, tirador errenteriarra que compitió en los Juegos Paralímpicos de París, forma parte del grupo

Fernando Mitxelena, el tirador paralímpico errenteriarra que compitió en los Juegos de París, es el ejemplo a seguir para todos los que se inician en este deporte. «Forma parte de nuestro grupo y estamos muy orgullosos de su participación en París. Acabó decimonoveno en precisión, decimoctavo en aire comprimido de pie y décimo en carabina de calibre 22 a 50 metros. Se quedó a un punto y una décima de lograr el diploma olímpico».

Admite Esnal que el tiro «es un deporte solitario. Aunque tengas gente al lado compitiendo, no te preocupas de lo que está haciendo, vas siempre a lo tuyo. Debes concentrarte únicamente en darle a la diana y olvidarte de lo que tienes alrededor. Antes de competir hay que hacer ejercicios de tonificación en brazos y manos. Y cuando empieza la competición cada uno tiene su técnica particular. Hay un tirador turco que es un fenómeno». Se refiere al tirador turco Yusuf Dikeç, que se hizo viral en los Juegos por su particular y despreocupada postura al tirar.

Para ser un buen tirador se necesita «concentración y tener un buen disparo en apnea. Hay que coger aire siempre antes de disparar y hacerlo antes de que transcurran cinco o seis segundos. Si no has soltado el disparo en ese tiempo, debes bajar el arma y dejarla encima de la mesa. Te tranquilizas y vuelves a ampezar. Y si no puedes tranquilizarte, lo mejor es renunciar».

Arostegi, el más veterano

Se entrenan tres o cuatro días a la semana, «normalmente entre dos y tres horas. Viene todo tipo de gente. Los más jóvenes son tres chavales de doce años y el más veterano era Luis Arostegi, que fue fundador y presidente del club. Falleció hace veinte días con 87 años. Ahora soy yo el más longevo».

El club donostiarra es uno de los más antiguos de España y pionero en Euskadi de tiro neumático. «Es un deporte que relaja tanto el cuerpo como la mente. Cuando estás tirando te olvidas de todo. Esa hora y media estas sólo contigo mismo, es un ejercicio de superación personal. Dejas atrás los problemas diarios y te centras únicamente en el tiro. Es como si fuese una terapia propia. Vienen a practicarlo hasta gerentes de empresa como un ejercicio de superación personal», afirma Esnal convencido.

A su juicio «si pruebas, es un deporte que engancha un montón. Cuando empiezas, quieres volver a tirar cuanto antes. Comenzamos entrenando a un grupo de 20 o 25 chavales que entraron sin saber nada de este deporte. Ahora están practicando con pistolas de aire con poca precisión. Van superándose poco a poco y tiran con mejores armas. Está consiguiendo resultados».

Desde fuera, apenas se les reconoce. «Cada uno lleva su propio equipo, el básico es un casco o en su defecto unos tapones para los oídos, y unas gafas de tiro olímpico regulables. Lo de los tapones es de protección. La pistola no mete mucho ruido, pero hay veces que dos tiradores disparan a la vez y puedes equivocarte tú porque te sorprenden», dice.

Recuerda Esnal una anécdota que tuvo lugar en Ciboure «donde se compite con fuego real. Estaba tirando junto a Ángel Pérez, presidente del club de tiro de Ciboure y a la hora de hacerlo tenía la costumbre de levantar el brazo hacia arriba. Si lo haces así te pasas siempre del blanco y disparas cuando lo igualas con el punto de mira. Él levantó el brazo muy alto y se le disparó la pistola. El proyectil pegó en un número de hierro y el perdigón cayó al suelo. Los nuevos suelen tener muchos nervios en competición. Piensan que han metido el perdigón en su espacio y si no lo hacen suena muy fuerte el disparo al no tener carga. Incluso pueden sancionarte».

El Open Blankolari premiará con medallas a los tres participantes más destacados y en esta edición al campeón se le regalará también una txapela. «Y a ladocena de chavales que vienen de la escuela de Ciboure, de trece años, les entregaremos unos trofeos». También se sortearán dos jamones.

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