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Rugby

La Rochelle no tiene compasión

La Rochelle es en estos momentos muy superior al Burdeos. El equipo que entrena el mítico jugador irlandés Ronan O'Gara, sigue montado en la cresta de la ola que le llevó a adjudicarse por segundo año consecutivo la Heineken Cup ante el Leinster. Y no está dispuesto a bajarse de ella hasta que acabe la temporada. Al menos a eso aspira. Este sábado en Anoeta dejó la tarjeta de visita de un equipo muy serio, que sabe a lo que juega, que administra los esfuerzos a la perfección y que resulta letal cuando tiene el oval en su poder.

Y eso que el Burdeos salió respondón. Al segundo minuto de juego, Jalibert puso por delante a los bordeleses al transformar un golpe de castigo (0-3). Saltaba la sorpresa en Anoeta. Pero poco les duró la alegría. A los jugadores y a los aficionados, que dieron una lección de saber estar en las gradas de Anoeta, lo mismo que los seguidores de La Rochelle.

Danty aprovechó una gran jugada colectiva por la banda derecha para voltear el marcador tras posar el oval tras la línea de marca y Hastoy se mostró efectivo con el pie (7-3). Sólo habían transcurrido diez minutos de juego y el partido ya comenzaba a tener dueño. A pesar de ello, el juego era espeso, con numerosos contactos. Ambos equipos se tenían mucho respeto. Marlot, colegiado del encuentro, anuló un ensayo al zaguero neozelandés Leyds al coger el balón cuando había salido del campo.

El poderío físico de La Rochelle y la presión en campo rival acabaron dando sus frutos. El talonador Bourgarit, acostumbrado al trabajo sucio, se llevó su minuto de gloria al ensayar. Y Hastoy no perdonó (14-3). Sólo había transcurrido la mitad de la primera parte, pero el partido ya tenía dueño. El Burdeos cometía muchas imprecisiones en el pase, motivado por sus ganar de recortar distancias. Y Boudehent puso las cosas en su sitio con un nuevo ensayo para La Rochelle a tres minutos para el descanso que transformó Hastoy (21-3). Se imponía la lógica en Anoeta.

Tras el descanso, el Burdeos salió en tromba y una patada a palos de Hastoy comprimió el luminoso (21-6). La renta de La Rochelle menguó un poco más cuando el colegiado, Marbot, señaló un ensayo de castigo a favor del Burdeos (21-13). Quedaban muchos minutos por delante para dar la sorpresa. Los jugadores bordeleses se armaron de moral y pusieron cerco al área rival.

Fue un quiero y no puedo porque La Rochelle supo administrar la ventaja que tenía en el marcador. Bajó la intensidad del juego. Hasta que Hastoy, al aprovechar un golpe de castigo a favor de La Rochelle, estableció el definitivo 24-13, que hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Sólo podía ganar un equipo y ese fue La Rochelle.