Sergio García se viene arriba

El de Borriol ha renunciado a los Juegos Olímpicos porque uno de los grandes objetivos es disputar la Ryder Cup a finales de septiembre y Japón no suma puntos. Quiere hacerlo además por méritos propios, ser seleccionado por su juego y por sus resultados del curso, así que un buen papel en el British le concedería muchos billetes en ese deseado viaje a Wisconsin en otoño para defender los colores de Europa. La competición que enfrenta a los mejores del Viejo Continente y de Estados Unidos siempre ha sido muy especial para él y quiere volver a estar presente.

Jon Rahm tuvo que sacar ayer el manual de supervivencia de los grandes campeones para salir sólo herido del Royal St. George's. El número dos del ránking mundial llegó a ver muy de cerca el lado oscuro del Open Británico, el último Grande del año, en el hoyo 9, cuando firmó un doble bogey después de necesitar dos golpes para sacar la bola de un búnker que parecía un cráter.

Malas sensaciones y toda una vuelta por delante que presagiaban importantes daños. Pero el vizcaíno sacó a relucir su envidiable fuerza mental, se apuntó al golf académico y se agarró al campo en los momentos difíciles. De esta forma consiguió minimizar los efectos colaterales con ocho pares consecutivos y un birdie para firmar una tarjeta de 71 impactos y terminar con más uno. La hora de salida del vizcaíno en la segunda jornada será a las cuatro de la tarde con la necesidad de lustrar su tarjeta y despejar los fantasmas de ayer.