«La copa del esfuerzo y el buen rollo»

Este triunfo confirma la buena dirección de un club que este año cumplirá cincuenta años de vida y que lleva ocho impulsando también la sección femenina. Zubeldia cuenta que «de aquel inicio solo nos quedan tres jugadoras, que empezaron siendo unas niñas, y siguen siéndolo. Ha habido una evolución y este año hemos traído a algunas de Vitoria, pero lo importante es que seguimos contando con una cantera de chicas que ya tienen sus referentes. Ese es nuestro trabajo: seguir creando y animando una base de jugadoras».

El club ve hoy el panorama estatal del hockey hielo desde una atalaya privilegiada, pero no pierde de vista que la casa no se empieza precisamente desde el tejado. El reto es ensanchar la base de jóvenes jugadores y jugadoras, para lo cual la presidenta recuerda que «los técnicos del deporte escolar deberían tener en cuenta que no todos los deportes presentan las mismas facilidades para su práctica. Ya tenemos dificultades como deporte minoritario y cuanto más nos cierren la base, más difícil lo tendremos. La realidad es que solo disponemos de una pista en Gipuzkoa, donde priman las sesiones comerciales, y cuantas más dificultades haya en el reparto de horarios, más costará atraer niños y, por ende, construir una buena cantera».

La máxima dirigente del club vería con buenos ojos que este éxito sirviera para que el hockey hielo ganara adeptos, pero es «escéptica» a tal respecto. Sabe de lo que habla. «Cuando los chicos ganaron títulos, tuvieron su repercusión en los medios, pero luego cayeron en el olvido. No digo que se compare lo nuestro con la Real de fútbol, pero tal vez sí más con otras modalidades que tienen un mayor seguimiento, teniendo en cuenta además que somos el club que más títulos ha ganado en este territorio».

En cuanto a la afición, sostiene que «siempre ha estado ahí, si bien la pandemia fue un palo y ha costado recuperar a la gente. ¿Las instituciones? El Ayuntamiento nos ha ayudado un pelín, y la Diputación algo más, pero todos los años tenemos que seguir peleando».

Lo hace el Txuri desde los despachos y en la pista. Era la tercera final en la que su equipo femenino se enfrentaba al Majadahonda, «aunque las anteriores no contamos con tanta fuerza y unión». Supera a un clásico del hockey hielo gracias al buen hacer de Holly Steeples, Ainhoa Salillas, María Sierra, Claudia Bermejo, Naroa Ruiz, María Serna, Vanesa Abrisqueta, Haizea Fernández, Cecilia López, Onintza Unzurrunzaga, Irune Refojos, Rebeca Ponce, Erika Hernández, Iraia Ayestaran, Naiara Marauri, Leticia Abrisqueta, Irene Senac, Nerea Martínez, Arianna López, Helena Muñoz, Onintza Ibarzabal, Oihana Zaldua, Sara Irizar y Eva Aizpuru. Este grupo de chicas, a las órdenes de Koldo Sáenz y Álex Lazcano, ya forma parte de la historia del deporte guipuzcoano.

Una plantilla compuesta por jugadoras de una edad que comprende desde los 15 años –la más joven, Arianna López, cumplirá 16 a finales de año– hasta los 40 –Erika Hernández es la más veterana–, y que cuenta con trece guipuzcoanas en sus filas, cinco alavesas, dos zaragozanas, una vallisoletana, otra gaditana y dos extranjeras, de Nottingham (Reino Unido) y de Canadá.

Las campeonas tuvieron ayer un día de descanso después de las celebraciones, aunque varias de ellas se unieron en la pista de hielo donde tantas horas meten para rememorar los pasajes más felices de la final del sábado y la posterior fiesta. Pero quieren el doblete, y del 14 al 17 de abril se disputa en Jaka la fase final de la Copa de la Reina. Allí se verán las caras con Milenio Panthers, el Majadahonda y el ganador del Quimeras Valdemoro-Kosner Club Hielo Huarte.