Valentín Cruz: «Los detalles del club cuando ha nacido mi niña llegan al corazón»
Jugador del Ampo Ordizia ·
El apertura argentino asegura sentirse «muy cómodo» en Ordizia, pero lleva «fatal» el ejercicio en casa «sin poder luchar y sin objetivo: sin zanahoria»
Encarna la feliz adaptación de un proyecto personal a la oferta deportiva propuesta por Ordizia Rugby Elkartea. Valentín Cruz (Adrogue, 1990) ha echado raíces en el Goierri mientras se convertía en el máximo anotador de la División de Honor las dos últimas campañas. El pasado 30 de marzo nació en el hospital de Zumarraga su hija Felicitas.
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-¿Cómo lleva lo de ser aitatxo?
-Bien. Durmiendo poco y atendiendo todas las pequeñas demandas que requiere la niña.
-Le han puesto un nombre argentino, pero ella siempre será de Ordizia...
-Eso es verdad. Por nuestra situación, lo mejor era tener la niña aquí. A mi mujer le hicieron todo el control del embarazo aquí y lo llevamos muy bien.
-¿No se plantearon volver a Argentina cuando surgió la crisis sanitaria?
-Pensamos que la mejor opción era permanecer en Ordizia y lo que sí decidimos era que viniera la madre de mi mujer. Pero justo la víspera de viajar se suspendieron los vuelos.
-Felicitas le unirá a Ordizia al menos una temporada más...
-Ya estábamos hablando de la renovación cuando nos pilló todo este parón. Me siento bastante local. Llevo cuatro años aquí y estoy muy cómodo. La gente del pueblo y el club nos tratan genial.
-Muchos extranjeros de la División de Honor han tenido que regresar a casa...
-Muchos se han vuelto y otros quisieron volverse y no pudieron. Pero ya te digo que yo aquí tengo buenas amistades, estoy a gusto y los chicos del club me hacen sentir en casa. Estas semanas me han ofrecido incluso ayuda para hacerme la compra o echarme una mano con lo que sea. Son detalles que llegan al corazón.
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-Su faceta de padre, el coronavirus... ¿No se habrá olvidado del rugby?
-No, pero es verdad que hasta que nació la niña entrenaba mañana y tarde todos los días y ahora me adapto al horario de la criatura y trabajo menos.
-¿Cómo lleva los entrenamientos desde casa?
-Fatal. Estamos acostumbrados a correr en un campo grande, a luchar y a entrenarnos a alta intensidad. La verdad es que la adaptación antes de volver a jugar va a ser lenta y progresiva.
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-¿Cómo se entrena?
-El preparador físico nos envía un plan que tiene una parte de pesas o trabajo con el peso corporal y otra aeróbica. Tengo unas pesas viejas en casa, pero lo de la resistencia lo hago a base de un circuito de abdominales, flexiones y saltos ininterrumpidos porque no tengo ni bici estática ni cinta de correr.
-Se le estará haciendo como los entrenamientos más duros de la temporada.
-Sin duda. Sobre todo porque no hay objetivo a la vista. Como les digo a los chicos, no hay zanahoria. No sabemos si va a terminar la Liga, ni cuándo.
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-¿Qué balance hace de lo que se ha jugado?
-Hemos demostrado que estábamos para más, se nos ha escapado algún que otro partido clave pero el equipo está creciendo y vamos a dar pelea arriba seguro cuando vuelva el rugby.
-¿Y cómo valora su trayectoria en Ordizia?
-Creo que mi nivel ha crecido desde mi primer año aquí y he madurado. Tengo más incidencia en el juego y estoy muy agradecido porque también me dejan involucrarme más en las decisiones del juego. Estoy contento.
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-Así que seguirá muchos años en Ordizia, quién sabe si hasta después de que termine su carrera deportiva.
-No lo tengo decidido. Eso habrá que hablarlo con la psicóloga de casa y escucharla también a ella. Ella me ha apoyado siempre y algún día me tocará apoyarla a ella.
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