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Aquél 17 de mayo de 2010, hace ahora una década, no fue más que el principio de un nuevo horizonte que se le abría a Edurne Pasaban, aunque sin renunciar nunca al monte. De hecho, aunque sin éxito, al año siguiente volvió al Everest para ... quitarse esa espinita de ascenderlo sin oxígeno, que todavía está pendiente. Pero la vida sigue y más allá de las grandes montañas hay otras cosas. Y a esas cosas era a lo que quería agarrarse la alpinista tolosarra después de la gesta deportiva de conseguir los 14 ochomiles y ser la primera mujer del mundo en lograrlo.

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diariovasco La vida sigue