La fiesta de Anoeta fue incompleta

A la afición del Aviron Baionnais le costará tiempo olvidar a Zack Henry, que se se convirtió este sábado en el gran protagonista del partido de Anoeta al anotar prácticamente la totalidad de los puntos de su equipo para lograr una victoria contra pronóstico en el Estadio de Anoeta. Un triunfo que le sirve al Pau para recuperar la moral, algo alicaída últimamente, y para afrontar lo que queda de Top 14 con un semblante bien distinto al que se presentaron en el estadio donostiarra.

Todo estaba preparado en Anoeta para que la afición del Aviron viviese una tarde inolvidable. Sus seguidores se habían impuesto por goleada horas antes del inicio del partido, pero lo que no esperaban era que tendrían que volverse a casa con el amargo sabor de la derrota. Pero así es el deporte. Unas veces se gana y otras, se pierde.

El Pau se sacó la espina del empate (22-22) que cedió en su campo ante el Aviron el pasado 22 de diciembre de 2022. Se presentaba en Anoeta con muchas urgencias, colista del Top 14 francés, pero en el terreno de juego no dio la impresión de que su juego se correspondía con la clasificación.

El Aviron salió en tromba. Se hizo dueño del juego gracias al poderío de su delantera. Tenía ganas de adelantarse pronto en el marcador, pero el Pau se defendía como gato panza arriba. A pesar de ello, no pudo evitar que López adelantase al Aviron con una patada a palos (3-0). Pero Henry también quería dejarse ver. Estableció el empate (3-3) seis minutos después con otra patada. Los jugadores del Pau se vinieron arriba y Gailleton, tras una gran jugada colectiva, puso en ventaja a su equipo tras pasar con el oval la línea de marca y Henry no perdonó (3-10). Saltaba la sorpresa en Anoeta, que se confirmaba con otra patada a palos de Henry (3-13). El Aviron trató de recortar la diferencia, pero cometió muchas imprecisiones.

El pilier argentino Boch devolvió la alegría a los seguidores del Aviron con un ensayo que fue transformado después por López 10-13, pero de nuevo apareció Henry con otra genialidad que salió de su pie para aumentar la renta de su equipo (10-16) justo antes del descanso.

Tras la reanudación, la salida en tombra del Aviron dio sus frutos con el ensayo a base de potencia de Ceyte por el exterior que transformó López (17-16). Las espadas estaban en todo lo alto. Los seguidores del Aviron vibraban cada vez que su equipo ganaba metros, pero se temieron lo peor cuando López se dispuso a patear otro golpe de castigo, pero erró.

Quien no lo hizo fue Laporte por el exterior tras una patada a seguir aprovechando la falta de concentración de la defensa del Aviron. El infalible Henry, la estrella del match, volvió a demostrar su categoría (17-23).

Aviron lo intentaba con todas sus fuerzas, pero la defensa del Pau se mostraba infranqueable. Yarde tuvo en sus manos el ensayo en una jugada colectiva, pero fue placado justo en la línea de marca. Y, acto seguido, López, con otra patada a palos, devolvió la esperanza a todos sus aficionados (20-23). La remontada se palpaba en Anoeta.

Pero fue el pilier Papizde, bajo palos, tras una demostración de potencia de toda la delantera del Pau, quien dejó el partido prácticamente sentenciado. Henry, magistral, transformó de nuevo (20-30). El Aviron siguió intentándolo hasta el final. Necesitaba un ensayo, una transformación y una patada a palos para ganar. Demasiado en solo ocho minutos.

Y fue en ese preciso momento cuando el partido, que había sido de guante blanco hasta entonces, tanto en el campo como en las gradas, se puso brusco. Hubo enganchones entre varios jugadores fruto de la presión, pero el árbitro cortó de raíz cualquier incidente expulsando a un jugador del Pau, quienes celebraron la victoria por todo lo alto junto a sus seguidores, mientras que los del Aviron aplaudían a los suyos. La cara y la cruz en 80 minutos. El rugby volverá a Anoeta en junio con las semifinales del Top14 francés.

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