
San Sebastián
Viernes, 20 de agosto 2021, 07:32
Menos mal que Jokin Altuna y Unai Laso no han dispuesto del tiempo conveniente para preparar un mano a mano. Es imposible calcular hasta dónde ... habrían llevado el nivel de juego en caso de haber completado dos o tres entrenamientos de fuste en el frontón. En realidad, nunca se sabe.
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Parecía imposible repetir el espectáculo del 7 de julio por la mañana en el cuatro y medio del Labrit. Lo superaron. Porque toda la cancha es otra cosa, es otra historia, es lo más grande cuando dos pelotaris juegan de esa manera. Altuna III y Laso honraron el mano a mano anoche en el Atano III, el templo de esta modalidad. Más allá de quién ganara, más allá de que el delantero de Bizkarreta deberá esperar para batir al de Amezketa en un choque individual.
Altuna III
22
-
17
Laso
Tiempo de juego: 62 minutos y 13 segundos.
Pelotazos a buena: 274.
Tantos de saque: Altuna III, 3. Laso, 2.
Faltas de saque: Altuna III, 0. Laso, 0.
Tantos en juego: Altuna III, 15. Laso, 12.
Tantos perdidos: Altuna III, 3. Laso, 4.
Marcador: 0-5, 3-5, 3-6, 4-6, 4-7, 10-7, 10-9, 13-9, 13-12, 14-12, 14-14, 19-14, 19-17 y 22-17.
Momios de salida: tendencia favorable a Altuna III. 80 a 100 por abajo.
Tantos de diez o más pelotazos: 10 (cinco para cada uno).
Botilleros: Gorka Altuna acompañó a su primo Jokin y Jon Mariezkurrena, a su amigo Unai Laso.
Incidencias: ambiente extraordinario en el Atano III de Donostia. Mucha gente joven mezclada con pelotazales clásicos. Asistieron 750 espectadores. Casi lleno.
Jokin Altuna hizo honor a su condición de campeón gracias a la frescura de su derecha, a la capacidad para reaccionar ante un 0-5 en contra y a una salida fulgurante del contrario, a una técnica y a una capacidad rematadora fuera de la común, a un espíritu de lucha inherente del deportista de primer nivel...
Laso demostró hechuras de aspirante serio. De presente y de futuro. Brazo derecho eléctrico, remates con ambas manos, movimientos ligeros sobre la cancha, defensa numantina de la pared izquierda. El inicio de su segunda etapa en Baiko no está al alcance de cualquiera. Es de pelotari grande.
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El cóctel sació los paladares más exigentes. El Atano III acabó entregado a dos pelotaris con aptitudes para entrar en otra dimensión. El Altuna III-Laso recordó por momentos a los Olaizola II-Irujo. Por tensión, por calidad, por juego, por verdad.
Levantó Altuna III con mucho trabajo, inteligencia y constancia un 0-5 para adelantarse primero 10-7 y después 13-9. Quien más quien menos comenzaba a adivinar síntomas de cansancio en Laso. Era hora de sacar el genio que lleva dentro. Y lo hizo para poner el 14 iguales.
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Jokin Altuna, con el saque en su poder, volvió a adueñarse del juego y cogió cinco tantos de renta (19-14). Pero bastó que Laso recuperara el primer disparo para devolver la incertidumbre a las butacas (19-17).
Agotó el amezketarra su cupo de tres descansos para de vuelta a la cancha sacarse de la manga un genial gancho desde el cuatro que cortó la reacción de su oponente (20-17). Los dos estaban ya con el ácido láctico por las nubes. Demostró Altuna mayor saber estar en esos momentos.
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La pelota importa. Está viva. Que nadie lo dude. Y que nadie nos hurte el Altuna-Laso.
El Atano III de Donostia registró anoche la mejor entrada en un frontón de mano desde que en marzo del año pasado estalló la pandemia del Covid-19. Los pelotazales ocuparon 787 de los 800 asientos disponibles por las limitaciones de aforo vigentes en la actualidad. Apenas quedaron una docena de entradas en taquilla. Lleno técnico.
No se había visto nada igual los últimos diecisiete meses. Menos después de que en mayo se levantara la prohibición de público a los recintos deportivos cerrados. Ha costado llevar gente al frontón. Incluso durante las fechas de San Fermín en Pamplona, que anuló sus fiestas. La semana pasada Ezcaray con algo más de 400 espectadores el día de San Lorenzo y Azkoitia con 350 más un excelente ambiente el domingo abrieron la puerta a la esperanza.
Lo vivido ayer en el Atano III debe ayudar a un cambio de tendencia. El Altuna III-Laso en toda la cancha ha sido un acierto, avalado sin duda alguna por los números.
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