
BEASAIN.
Lunes, 24 de junio 2019, 07:11
«No me lo creo aún, me hacía mucha ilusión enfrentarme a él, pero no pensaba que pudiese ganarle. Para mí es un sueño estar a un partido de disputar la final del Torneo San Fermín». De esta forma se expresaba Joanes Bakaikoa en la cancha del Antzizar segundos después de haber dado la campanada eliminando a Aimar Olaizola. El delantero etxarriarra, quien con anterioridad había dejado en la cuneta a Víctor y Laso, se jugará el billete el sábado en Barañain con Artola, verdugo de Agirre, Urrutikoetxea y Bengoetxea VI. Los pesos pesados de Baiko se quedan fuera a las primeras de cambio. ¿Mala o buena señal?
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OLAIZOLA II
18
-
22
BAKAIKOA
Tiempo de juego: 50 minutos y 22 segundos.
Pelotazos a buena: 269.
Tantos de saque: Olaizola II, 3. Bakaikoa, 5.
Faltas de saque: Olaizola II, 0. Bakaikoa, 0.
Pasas del cuatro y medio: Olaizola II, 1. Bakaikoa, 1.
Tantos en juego: Olaizola II, 7. Bakaikoa, 9.
Tantos perdidos: Olaizola II, 7. Bakaikoa, 7.
Marcador: 0-2, 6-2, 6-3, 7-3, 7-8, 8-8, 8-10, 9-10, 9-11, 10-11, 10-17, 11-17, 11-18, 12-18, 12-20, 17-20, 17-21, 18-21 y 18-22.
Momios de salida: 100 a 30 a favor de Olaizola II.
Incidencias: flojísima entrada en el frontón Antzizar de Beasain. Menos de 100 personas.
Bakaikoa, muy valiente, se tomó la eliminatoria como si le fuese el alma en ello. Trató de sacudirse la presión saliendo a calentar en las inmediaciones del frontón un cuarto de hora antes del comienzo del festival. No parecía lo más adecuado porque la temperatura rondaba los 30 grados. Aún así no le importó. Sabía que después debería sudar la gota gorda para inquietar a Aimar. ¿Por qué no hacerlo antes?, debió pensar.
Ese calor acumulado en su cuerpo provocó que saliese como un cohete. Los dos primeros tantos fueron a parar a su casillero. Runrún en las despobladas gradas del frontón beasaindarra. «Aimar es mucho Aimar», nos decía Santi Agirre, artekari de la Liga de Empresas, que apenas cuadró cuatro papeletas. Pero hasta aquellos que han pasado más de media vida en los frontones y que han visto infinidad de partidos también pueden equivocarse.
Aimar no tardó mucho tiempo en coger las riendas de la eliminatoria. Bakaikoa se le había subido a las barbas, pero los galones seguían estando ahí (6-2). Todo parecía volver a la normalidad, pero Bakaikoa no estaba dispuesto a dejarse avasallar. El etxarriarra, con las ideas muy claras, comenzó a moverle a Aimar. Era la única manera de hacerle daño. Ritmo, ritmo y dominio. «No sé realmente cómo estoy, este es mi quinto partido desde que reaparecí en Zamora, pero estoy contento por volver. Otros han tardado más tiempo que yo», comentaba el goizuetarra. Tenía razón. Le falta ritmo de competición y eso se nota sobre todo si enfrente tienes a un rival en forma.
«Ha habido momentos del partido en los que me he visto perdido -coincidiendo con las dos tacadas de Bakaikoa, del 7-3 al 7-8, y la más importante del 10-11 al 10-17-, y la diferencia era ya muy grande», reconoció. Aún así, tuvo arrestos para comprimir el luminoso del 12-20 al 17-20. «En esa fase me he puesto muy nervioso, he regalado varios tantos. Aimar es capaz de hacer diez seguidos. Le he visto remontar muchos partidos por televisión», decía Bakaikoa. Afortunadamente para sus intereses, la remontada no se produjo. «Me ha ganado porque ha sido mejor y porque ha perdido menos pelota que yo. He encajado cinco saques y en el peloteo también he cometido otros cinco errores. Así es muy complicado ganar. Me duele perder, porque a todo el mundo le gusta ganar. Lo más importante es que no he sentido molestias», dijo Aimar tras despedirse del torneo.
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