Altuna III afirma que «no tengo ni arte ni parte» en el cambio de Aranguren

Jokin Altuna no ha esquivado la cuestión sobre el cambio de compañero. «Me he llevado una sorpresa grande. Y no es una noticia de mi gusto. Quiero dejar claro que no tengo ni arte ni parte en las decisiones de la empresa. No participo en ellas».

Relata el amezketarra cómo recibió la noticia. «Me llamó el propio Aranguren para decirme lo que pasaba y a continuación hablé con los responsables de la empresa».

Insiste Altuna III en el desagrado que le ha causado la sustitución de última hora. «Personalmente, este tipo de medidas no me gustan. Quiero dar mi apoyo a Aranguren desde aquí. Quien está disgustado y lo está pasando mal es Aitor. No he vivido una situación similar, pero soy consciente de que es duro para quien la sufre. Una cosa es que prescindan de ti en la sexta o séptima jornada porque estás jugando mal y otra, distinta, que te sustituyan después de la decimotercera. Aunque no ha sido un buen Campeonato para la pareja, nos animábamos a tope mutuamente. Lo estábamos dando todo. Me apena, pero no puede hacer nada contra eso».

Cita Jokin Altuna los obstáculos que ha encontrado junto a Aranguren durante el Campeonato. «Nos han pasado mil cosas, pero nos hemos arropado el uno al otro. Los inconvenientes físicos han influido en nuestro rendimiento. Dolores de manos, problemas en los dedos, enfermedades... Nos han impedido entrenar en condiciones. Hemos tenido de todo».

Ahora bien, al campeón manomanista no le queda otra que mirar hacia delante. «Ahora mismo quiero centrarme en el partido del domingo y aparcar lo que ha sucedido. Porque cuando das vueltas a lo que sucede alrededor te olvidas de cuál es tu trabajo. El mío es venir al Atano III, ayudar en todo lo posible a Bikuña y completar un buen partido».

También tuvo Altuna sus dimes y diretes con el material en el partido del pasado sábado en Segura. Le agrada, por contra, el del Atano III. «Me ha gustado bastante el lote. Nada más mirarlas me he dado cuenta. Me ha parecido material apto para hacer daño».

Más allá de la conveniencia o no de los lotes, el amezketarra dirige su desacuerdo hacia el método de preselección. «No me gusta. Se lo he dicho personalmente a Martin, contra quien no tengo nada en absoluto».