Solo queda ponerse de pie y aplaudir

El Astelena es el jardín de Jokin Altuna. Su nuevo piso en Amezketa no tiene terreno verde, pero traslada su hogar a la calle Isasi de Eibar. Altuna III es un fuera de serie en todos los recintos, pero en la Catedral de la pelota brilla más que en ningún lado. «Los últimos nueve partidos de diez aquí han sido soberbios. Hemos visto un Altuna III supersónico», decía Bengoetxea VI, atónito tras otro recital. El Astelena es uno de los frontones donde los pelotaris de Aspe más horas meten, tanto en entrenamientos como en partidos. No así los de Baiko. Era el primer choque para Artola e Imaz en Eibar en este campeonato. «Me bloqueo aquí. No suelo jugar bien. Atropellaba todo el rato la pelota y no hemos podido frenarles. Teníamos el partido más difícil de todos. En Eibar y ante Altuna III. No es excusa porque no hemos estado al nivel», se lamentó un resignado Artola al que el respetable también le despidió con merecidos aplausos. El alegiarra se merece jugar este tipo de partidos tras dos años ausente en el Parejas. También hay que reconocer el mérito a Imaz, que se quedó a trece tantos de su tercera final consecutiva pese a que este domingo no tuvo su día.

Si las previsiones auguraban una semifinal larga, sucedió todo lo contrario. La batalla se decantó muy pronto. «Desde el primer pelotazo me salía la pelota rápido de la mano. Por las características del Astelena hace todavía más impresión porque el suelo es más vivo que en Bilbao. Es un frontón en el que no juegan tanto e Iñaki ha tenido dudas de ir para adelante», simplificó Altuna III sobre su obra maestra. El primer descanso azul llegó con 4-0. El segundo, con 9-2 en tan solo 19 minutos. Esta vez no iba a haber voltereta asombrosa de Artola e Imaz como el día decisivo en el playoff.

Pese a la amplia ventaja conseguida, en además muy poco tiempo de juego, Artola e Imaz arrancaron dominando en el peloteo. Las pelotas le pasaban por encima a Altuna III sin poder intervenir. Martija, encerrado en el rebote, tuvo que defender durante varios tantos. Lo hizo perfecto. Quitó pelota a Artola. Es imposible que una pareja gane el Parejas si no están los dos a un alto nivel. Martija ha dado el paso. «Estoy haciendo un gran campeonato y me estoy viendo bien, mucho mejor que otros años». Él y Altuna III han formado una pareja muy temida. El de Etxeberri se rinde al mago. «Es imposible jugar más a pelota. Es increíble lo que hace. De izquierda, derecha, a bote, le pega, gancho... Domina todos los registros, es una gozada jugar a su lado».

Prometía la semifinal, pero no hubo partido. Artola e Imaz con el tiempo verán aspectos positivos, pero de momento se lamentan porque esto es deporte de elite y no estuvieron al nivel necesario. Segunda final del Parejas para Altuna, tercera para Martija. Nunca perdieron una.