Jokin Altuna entra de gancho en el Baratze de Segura con Erik Jaka a su costado. José Mari López

Pelota | Campeonato de Parejas

Jokin Altuna cuestiona el nuevo sistema

Martin Alustiza ha preparado los lotes del Parejas con más antelación que nunca y condicionado por el momento en el que le suministran las pelotas

Joseba Lezeta

San Sebastián

Martes, 11 de febrero 2025, 06:56

Jokin Altuna levantó la liebre el sábado en Segura tras su partido de la decimotercera jornada del Campeonato de Parejas al mostrar disconformidad con el material encontrado en el frontón Baratze. Puso en duda la idoneidad del nuevo sistema de elección de pelotas tras ... la modificación introducida la presente temporada.

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Si bien Martin Alustiza no era el blanco principal de las críticas, le dolieron al seleccionador de material las palabras pronunciadas por Altuna III en su pueblo, Segura. «Las considero injustas», señala. «Me parece incorrecto calificar las pelotas como mixtas y equipararlas con las que se ponen en verano en los frontones de Elgoibar y de Covaleda. Porque no es así. Puede parecer más o menos material, pero era de Campeonato».

En realidad, las críticas vertidas por Jokin Altuna en el frontón Baratze a la conclusión del partido iban dirigidas sobre todo a la fórmula de preselección de material. Toca explicarlo.

La Liga de Empresas de Pelota a Mano (LEP.M), formada por Baiko y Aspe, ha adoptado en las últimas temporadas un procedimiento por el que el seleccionador prepara los lotes con antelación, antes incluso de que comiecen las competiciones. El primer ensayo de este método corresponde al Torneo San Fermín de hace unos años, todavía con Juan Mari Juaristi 'Atano XIII' de seleccionador, para una edición del Torneo San Fermín. Más adelante, en 2016, se sortearon durante la presentación de la feria. Ensayado durante el verano, el sistema se ha trasladado de manera progresiva a las competiciones oficiales.

Alustiza tiene todo el material

La razón esgrimida para este funcionamiento es evitar las suspicacias sobre posibles tratos de favor hacia los pelotaris por parte de los intendentes de las empresas, relegados a meros acompañantes del seleccionador después de la última enmienda. Desde el Campeonato del Cuatro y Medio de la presente temporada Alustiza recibe directamente las pelotas de mano del suministrador único, Punpa.

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El plan en el Cuatro y Medio, que se repetirá en el Manomanista, consistió en preseleccionar los lotes para los veinte partidos de competición antes de su inicio y de conocerse en qué frontón iba a jugar cada manista. Guardadas en bolsas, la semana del partido, el martes o el miércoles, Alustiza lleva a cada frontón las pelotas correspondientes para esa fecha para que los participantes elijan cada uno dos del grupo de diez.

La tarea aumenta y se complica en el Campeonato de Parejas por las características del torneo, largo y con mayor número de encuentros, 66 en total. Poner material no solo requiere más tiempo, también remesas cuantiosas para atender las necesidades. Además, durante las navidades se concentraron cinco jornadas con elecciones por parte de los competidores una o dos horas antes del partido.

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Así, la LEP.M y Alustiza distribuyeron la tarea en tres fases. Prepararon los lotes de la primera vuelta antes de arrancar la competición, en noviembre. Dejaron listos los de la segunda vuelta y de los playoff antes de las navidades, a mediados de diciembre, en función del abastecimiento a cargo del pelotero. Y en enero se encargaron de los de la liguilla de semifinales y de la final, por la que se empezó el 15 de enero.

La razón principal del reparto es la falta de pelotas suficientes para acometer junta la primera fase entera. Resultaba imposible suministrar a Alustiza las cerca de 700 pelotas necesarias –diez por lote para 66 compromisos– para todo el Parejas. Para la primera vuelta dispuso de alrededor de 300, prácticamente las justas porque le hacían falta 280. Otro tanto le ocurrió con la segunda vuelta. Se supone que tiene material idóneo para los distintos frontones. No es lo mismo el del Labrit que el del Astelena, el Bizkaia o el Atano III, plazas habituales.

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Número limitado de pelotas

Hubo un día en el que Alustiza recorrió cinco frontones distintos en Bizkaia: Sestao, Zalla, Etxebarri, Mungia y Markina. Cada uno presenta sus características y requiere un tipo de pelota. Hilar fino puede resultar más complicado que en recintos habituales.

La limitación de número provoca quebraderos de cabeza a Alustiza, obligado a utilizar casi todas las pelotas que le dan, sin posibilidad de descartar las que le parezcan malas o menos buenas.

Esta dificultad se añade a la ya propia, apuntada por voces autorizadas, de que la pelota acostumbra a modificar su comportamiento con el tiempo. Apunta Atano XIII, exseleccionador, que «no solo cambia de un día para otro, sino de una hora para otra. ¡Cómo no va a cambiar en mes y medio o dos meses!».

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La presente edición del Campeonato de Parejas ha incorporado otro elemento a las elecciones de material. Los pelotaris de Primera eligen para cada partido seis pelotas de diez presentadas. Las cuatro restantes, normalmente las más bajas de todas, se emplean en el Campeonato Serie B y se les añade una quinta. Por eso llamó la atención en Segura que Eskuza pegara tres rebotes en el primer partido con alguna de las pelotas descartadas tanto por Altuna III-Aranguren como por Jaka-Imaz, bajas en teoría.

Toca valorar el equilibrio entre el fin perseguido –la desaparición de recelos e hipotéticos tratos de favor– y la posibilidad de acierto del seleccionador de material con los obstáculos propios de un sistema que aumenta la incertidumbre respecto al comportamiento de las pelotas. Debe primar el espectáculo.

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