Tolosa se retira de la cancha junto al doctor Urrutia y Altuna. Pankra Nieto
Análisis

Las apuestas y los suplentes

La retirada de Xabi Tolosa por lesión, la posterior decisión de Altuna III, elogiada con justicia, y la situación vivida en el Bizkaia invitan a la reflexión

Joseba Lezeta

San Sebastián

Martes, 28 de marzo 2023, 06:42

Silbado en sus visitas al Labrit de Pamplona por una rivalidad mal entendida con Laso, más futbolera que otra cosa, Jokin Altuna impartió una lección de deportividad el domingo en el Bizkaia de Bilbao. Los nueve minutos de tensa espera entre la retirada de Xabi ... Tolosa al vestuario con una rotura fibrilar en el gemelo y su amago de vuelta a la cancha para defender la suerte de su compañero bastaron al amezketarra para tomar una decisión que le honra. Dibujó dos frases tan certeras y convincentes como su dejada de zurda al ancho y con efecto del 18-14. «Era egoísta por mi parte seguir, quería jugar la final con Xabi». No hace falta añadir una coma más. Está todo dicho.

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En cuanto vio a Tolosa acercarse cojeando, el amezketarra renunció a defender su derecho deportivo y a firmar una actuación heroica en caso de haber llegado a 22, misión de titanes en aquella tesitura. Comprendió que esa historia era cosa de dos, no de uno solo. Lloraron juntos, como habían jugado durante tres meses y medio.

Al margen de los sentimientos a flor de piel y del trasfondo deportivo, la situación vivida en el Bizkaia presenta otras ramificaciones. Una de ellas viene derivada de las apuestas. La retirada de Tolosa se saldó con un prorrateo al 50% en aplicación de una operación matemática que tiene en cuenta la diferencia de tantos existente en el marcador en el momento de la suspensión y el número de tantos que le faltan a quien va por delante para llegar a 22. ¿Qué hubiera sucedido en caso de seguir Tolosa sobre la cancha, aunque no interviniera en el juego? Las apuestas hubieran seguido su curso normal hasta la conclusión y habría ganado el color que alcanzara los 22 tantos.

Fuentes empresariales consultadas señalan que «hace varios años que la Liga de Empresas adoptó esa determinación. Se entiende que la lesión forma parte del juego». Acordaron así modificar una norma puesta en vigor para el Manomanista de 2004 que contemplaba la opción de detener las apuestas en el momento de la lesión y que el pelotari damnificado continuara el encuentro.

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Los deportes de equipo disponen de suplentes para estos casos. Distintos torneos de aficionados emplean esta fórmula y permiten la sustitución en caso de lesión, sea cual sea la altura a la que se encuentre el partido. Es una solución, aunque reconozco que se presta a la picaresca. Alguien al borde del agotamiento podría simular dolor para permitir la entrada a la cancha de un pelotari de refresco capaz de mejorar el rendimiento de la pareja. De todas maneras, merece por lo menos consideración.

Por otro lado, voces críticas ven en la condensación del calendario el origen de lesiones como la de Tolosa. Habla Jesus Iribar, organizador del Dinastía Etxabe: «Las mejores parejas están siendo las más perjudicadas por esta acumulación. Y el mejor pelotari del torneo se ha quedado sin final. Es injusto».

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