Laso e Iztueta caen 22-21 y Ezkurdia y Rezusta son líderes en solitario

Unai Laso y Martxel Iztueta han perdido el liderato y la condición de imbatidos en el actual Campeonato de Parejas, pero salen reforzados de Lekeitio. Resistir a Elordi y Zabaleta no está al alcance de todos. Ponerles contra las cuerdas con un 21-17 es privilegio de unos pocos. Faltó solo rematar la faena.

Iztueta aguantó atrás a Zabaleta y en uno de los tantos se metió en el bolsillo a buena parte de la parroquia del Santi Brouard, que ocupó los asientos del frontón como hacía años que no se veía. Devolvió desde el cuadro diez dos zarpazos de Zabaleta y a continuación corrió al seis para entrar de sotamano al siguiente derechazo del zaguero de Etxarren. Enorme.

Laso ayudó al compañero y tomó responsabilidades desde el primer instante en un esfuerzo titánico. Entró de sotamano, movió a los contrarios de un lado a otro, remató... Diez tantos perdidos son muchos, sí, pero la intervención del delantero de Bizkarreta en el juego resultó fundamental, vital para su desarrollo y para que el marcador reflejera la mayoría de las veces ventajas azules.

Con Elordi bien en defensa y romo en ataque, el mando de Zabaleta no surtía el efecto deseado. Tampoco movió el de Etxarren el compás de la manera que le gusta por las continuas injerencias de Laso, quien pagó el esfuerzo en la recta final de la casi hora y media de partido.

Mandaban 17-21. Les faltaba el último tanto. No cayó de su lado. Con 20-21 el doctor Íñigo Simón, médico de Baiko, dio un masaje a Laso para aliviar las molestias en uno de sus gemelos. Con 21 iguales, sacó Elordi y no llevó a buena Iztueta.

Joseba Ezkurdia y Beñat Rezusta tienen clara su identidad como pareja. Ya están en la treintena, llevan más de diez años de profesional y además se conocen bien. Cuatro jornadas han bastado para contradecir a quienes veían en ellos cierta decadencia. Unidos elevan su caché y ya son líderes en la clasificación del Campeonato de Parejas.

Nunca han sido pelotaris proclives al adorno. No acostumbran a hechizar al pelotazale. Su vía para agradar es otra, la demostrada ayer en la victoria en el Labrit de Pamplona frente a Peña II y Albisu, eclipsados hasta el 20-6. La reacción final del delantero tolosarra maquilló el resultado, no así el empaque de los vencedores, capaces de guardar la calma al amparo de la ventaja.

Empujan mucho Ezkurdia y Rezusta. Suman pegada y consistencia para apretar al zaguero contrario. Conocen las virtudes y dónde están los puntos débiles del compañero. Y obran en consecuencia. Aprovechan los primeros y protegen los segundos. Con sencillez, sin alharacas.

El delantero de Arbizu goza las voleas y pone ese ritmo intenso que le ha distinguido en sus principales éxitos como pelotari. Conserva la capacidad defensiva y obliga al delantero contrario a repetir y ajustar los remates.

Rezusta, a quien desde la pasada primavera la pelota vuelve a entrarle en la mano para salir como una catapulta impulsado por esa prodigiosa zurda, ha recuperado confianza y el juego fluye. Nunca ha perdido el gen del trabajo y de la solidez. Ahora agradece pasar menos tiempo en defensa que en otras ocasiones.

Solo habían fallado una pelota hasta el 20-6, la parada al txoko a la chapa de Ezkurdia en el 3-1, al poco de empezar. Rezusta mantenía a cero el casillero negativo. Peña II y Albisu, en cambio, terminaron con doce pelotas perdidas, seis por cabeza. Demasiadas para inquietar de verdad a una dupla tan consistente.

Jon Ander Peña dio un paso adelante y buscó el protagonismo que le corresponde. La suerte le esquivó con el gancho. Estrelló alguno en la chapa, otro besó la línea de contracancha y un par de ellos se le marcharon fuera por centímetros. Fallar tanto, aunque engañes y aciertes con la parada al txoko, se paga habitualmente con la derrota.

Albisu vio la espalda de Rezusta con mayor frecuencia de la recomendable para una pareja cuyos resultados positivos, como el subcampeonato de 2021, han venido de la mano de la pegada, del dominio y del acierto rematador del delantero. En cualquier caso, necesitan cerrar el grifo de los errores para romper la tendencia negativa, sumar un punto y abandonar la cola con rumbo a las posiciones de playoff.

Ezkurdia y Rezusta han hecho méritos para comenzar a pensar en el pase directo a la liguilla de semifinales. Conocen el camino. Pero falta tanto...