¿Quién es capaz de levantar un 16-0?

«Ha sido mi mejor partido de la feria. He tenido buenas sensaciones desde el calentamiento y he disfrutado de todos los tantos, aunque alguno haya sido de escapada». Así resumía su partidazo Beñat Rezusta, que dejó una vez más con la boca abierta a los aficionados que poblaron las gradas del Adarraga. ¡Qué manera de darle a la pelota! ¡Qué sensación de superioridad!. Rezusta manejó el partido a su antojo, fue amo y señor de la cancha. Está de dulce y se nota. La pelota le sale con chispa de la mano y su martilleo constante acaba con cualquier tipo de defensa rival. En esta ocasión fue a Ander Imaz a quien le tocó sufrirlo en sus propias carnes. El oiartzuarra, que disputaba su quinta final veraniega, bastante hizo con mantenerse en pie. No había forma de frenarle. Honesto, aguantó el chaparrón como pudo. Es posible que haya sido uno de los partidos que peor lo haya pasado. Con todo ya decidido, se soltó un poco. Amargo consuelo.

Aimar Olaizola agradeció sobremanera el insultante dominio de Rezusta para lucirse en el remate. El goizuetarra es letal si le dejas pelota en el cuadro dos. Ander Imaz no pudo tenerle alejado del frontis y el veterano no perdonó. El gancho le sigue funcionando a la perfección. Esta vez no tuvo que emplearse tanto en defensa como en otras ocasiones ya que Altuna III estuvo desaparecido durante la mayor parte de la final. .

El rostro del amezketarra en el 12-0 fue más que significativo. No había manera de encontrar un hueco por donde hacer el tanto. Eso sí, el primero de su cuenta particular fue mágico (16-1). Altuna es único, incluso en los partidos en los que no tiene oportunidad de lucirse. Y especial, como él, fue el detalle que tuvo con su vecino Joxan Tolosa, a quien regaló el trofeo de subcampeón en su último partido como comentarista de Euskal Telebista.