Aarón Arbizu: «Todavía no me lo creo, pensé que con 23 años se me había pasado el arroz»

– ¿Está trabajando?

– Sí, en Electricidad Ramos, en Altsasu. He hablado con la empresa para estar a media jornada y no me pusieron pegas. Voy a trabajar cuatro horas diarias para poder compaginarlo con los entrenamientos de pelota. Nos dedicamos al mantenimiento electromecánico, aunque ahora estoy en el taller. Arreglo motores, temas de hidráulica y herramientas de soldar.

– Es de Etxarri, pero ha crecido como pelotari en Irurzun. ¿Cómo es su trayectoria?

– Empecé jugando de pequeño en Etxarri, pero a mis amigos de la pelota se apuntaron a jugar a fútbol y me quedé solo. Pasé a Altsasu, al club Pilota Joku, pero me ocurrió lo mismo. Estuve hasta juveniles de segundo año, pero no tenía compañeros para jugar y el único club que había de nivel era en Irurtzun.

– ¿No pudo la presión social?

– A mi me gustaba mucho más la pelota, aunque estuve dos años apuntado a fútbol en Etxarri. Jugaba de lateral, pero ahí no tenía futuro. Tenía velocidad y me ponían en banda, pero poco más.

– Hizo la prueba con Gaskue y le ficharon a él. ¿Cómo le sentó?

– No es excusa, pero esa semana estuve hasta arriba de curro y lo hice fatal. Salí corriendo, no estaba concentrado y no di mi talla. Me pudieron los nervios e hice una chapuza de entrenamiento. No me extrañó que le cogieran. Me llevé un disgusto, pero por lo mal que lo hice.

– ¿Cómo viene la llamada?

– En noviembre me llamó Jokin Etxaniz porque me querían ver con más antelación. Hice la prueba con Oier Etxebarria, Víctor y Salaberria. Ahí hice un bonito entrenamiento con pocos fallos. Me pedí un día de fiesta en el trabajo y fui fresco, estuve muy a gusto. Quedé contento. Les gusté e hice otra prueba en Tolosa junto a Saldabe, aficionado. Cuando llegué a Etxarri con mi hermano me llamó Jokin para decírmelo. Fue muy inesperado.

– Va camino de los 24 años, ahora los pelotaris debutan mucho antes. ¿Le llega tarde?

– Estoy muy contento, todavía no sé cómo asimilar todo lo que está pasando. Por eso no me lo creía, pensé que a mis 23 años se me había pasado el arroz, la edad (risas). Algunos dirán que soy algo viejo para debutar.

– ¿Cómo se definiría?

– Me suelen decir que tengo facilidad para mover con la derecha y también me muevo bien en el frontón, tengo explosividad y dinamismo. También creo que tengo resistencia, abarco bastante cancha, pero hay veces que voy muy acelerado a por pelota y es uno de los mis fallos. Diría que mi mejor arma es esa, la derecha, cuando engancho pelota en el cuatro atraso bastante bien.

– Zabaleta, Rezusta y Albisu vienen dominando y ahora emergen Martija e Imaz. ¿Se parece a alguno de ellos?

– (Risas) ¡Menuda pregunta me haces, Jesús! A ninguno de ellos, a Aarón Arbizu. A Zabaleta desde luego que no, José le pega con las dos de manera increíble, como si tuviera una pala. Rezusta con esa zurda también es impresionante, con poca altura retrasa mucho la pelota. No me parezco a ninguno, prefiero no comparar.

– Las entradas volaron.

– En algo más de dos horas, sí. Tengo muchos amigos de Etxarri y más cuadrillas de otros pueblos. Irá gente del trabajo, parte de la afición de Ezkurdia que son de Arbizu. Tengo bastantes amistades.