Altuna se le atraganta a Jaka en la jaula

«Los partidos que más frescos guardo en la memoria son los dos últimos, el de la final de San Fermín y la semifinal del campeonato oficial», evoca Jaka. «En la final de 2020 me pasó por encima. Jokin jugó perfecto y yo, en cambio, no di mi nivel. Recuerdo partidos duros entre nosotros».

«Creo que ha llegado el momento de ganarle», afirma esperanzado. «Tengo fe en mis posibilidades... Estoy con confianza. También Jokin. Lo demostró en el partido contra Artola. Viene de unos meses muy positivos en cuanto a juego».

Curiosamente, Jaka se impuso en el único duelo entre ambos mano a mano en toda la cancha y le valió la txapela manomanista de 2020. Acabaron 22-20 en el Bizkaia de Bilbao. Era noviembre y apenas hubo 40 personas en el frontón debido a las restricciones aplicadas a los espectáculos deportivos por el Covid-19.

No empezaron bien los Jaka-Altuna III. La primera vez que se encontraron, con ocasión del Torneo San Fermín del cuatro y medio el 24 de junio de 2018, el de Lizartza tuvo que retirarse de la cancha del Astelena con el 6-2 en contra debido a un tirón en el brazo derecho en el momento de ejecutar un saque. Sintió un doloroso latigazo. Era una rotura de fibras de grado II en el dorsal.

Uno de los choques más recordados es el del 5 de noviembre del año pasado. Semifinal del Campeonato en Eibar. Jaka toma la delantera 20-15 gracias a una tacada de doce tantos. También dispone de un 21-18 a favor. Altuna remonta in extremis. Tras estar con un pie fuera de la competición, dos semanas después el amezketarra conquista su cuarta txapela en la distancia.

Apenas hay secretos entre ellos. Jokin Altuna sabe lo que se va a encontrar en la cancha vitoriana. «Erik es de los mejores en el juego de saque-remate. Nadie juega tranquilo contra él. Conoce su juego y lo despliega sea cual sea el contrario. Nos hemos enfrentado a menudo, lo mismo en el cuatro y medio que mano a mano y por parejas. Tendré que salir agresivo porque sé que Jaka lo va a ser. No queda otra que agarrarse al partido desde el principio. Si doy un paso atrás, cogerá el centro de la cancha».

Por cierto, el Ogueta no agrada a Jaka. «No es de mis frontones preferidos. En realidad, no sé por qué. Es rápido, pero hasta el momento no he conseguido plasmar mi juego sobre esta cancha. Tengo la sensación de que no he logrado imprimir velocidad a la pelota y he estado siempre a merced del adversario. El entrenamiento que completé el miércoles con Aranguren me vendrá bien».