
Altuna III, la madurez del virtuoso
Final del Cuatro y Medio ·
El defensor de la txapela es el heredero aventajado de una escuela amezketarra a la que distingue la habilidad de sus pelotarisSecciones
Servicios
Destacamos
Final del Cuatro y Medio ·
El defensor de la txapela es el heredero aventajado de una escuela amezketarra a la que distingue la habilidad de sus pelotaris«Amezketa es tierra de pelotaris artistas y Jokin Altuna, el más virtuoso». La frase es del 19 de noviembre de 2016 y corresponde a Joxemari Otermin, periodista amezketarra sumergido en la historia de su pueblo en general y de la pelota local en particular. Seis años después, aquel joven pelotari de 20 años a las puertas de su primera final del Campeonato del Cuatro y Medio va a disputar la séptima consecutiva en esta distancia, guarda tres txapelas ganadas en el acotado junto a dos más del Manomanista y ha sido campeón del Parejas para entrar en el reducido grupo de vencedores de la triple corona. Acertó Otermin: un virtuoso.
Haritz Sáez, exmanista profesional de Aspe y persona cercana a Altuna III, apunta que «su evolución ha sido tremenda. Me atrevo a decir que su desarrollo como pelotari está estrechamente ligado al que ha vivido como persona. El Jokin actual de 26 años ha cambiado respecto al que debutó con 18 o al que se clasificó para la primera final del Cuatro y Medio dos después. Ha madurado a todos los niveles».
Hasta el punto que Altuna III accedió a la presidencia del club Zazpi Iturri de Amezketa. La cadena fabricada por Xalton Zabala, su mentor y monitor, necesitaba un nuevo eslabón para no romperse y permitir a los niños y niñas de la localidad no quedar huérfanos de su deporte preferido.
También se ha involucrado de lleno en una asociación de manistas profesionales cuya creación resultó fundamental para encontrar una salida a la huelga de pelotaris de Baiko. En una situación crítica cuyas consecuencias comenzaban a extenderse más allá de los límites de la propia empresa bilbaína, el amezketarra dio un paso adelante en lugar de esperar sentado.
Esas cuestiones, sin embargo, no han desviado a Jokin Altuna de sus objetivos deportivos, de su preparación, de su profesionalidad, de su sensatez. Consciente de que la condición de artista no le exime de esas responsabilidades, está labrando una carrera brillante.
Lo hace sin renunciar a esos orígenes que tan bien conoce Joxemari Otermin. «Los pelotaris de Amezketa han sido más artistas que pegadores, a excepción de Joxan Tolosa y de Eneko Galarza. Considero que las características del frontón descubierto de la plaza, punto de encuentro habitual de la juventud durante una época, han pesado mucho. Su suelo era áspero y demandaba habilidad a los pelotaris para acabar el tanto. De hecho, los amezketarras sufrían cuando salían a jugar a otros frontones con canchas más rápidas, por ejemplo al Beotibar de Tolosa».
Amezketa es uno de los seis pueblos con más de un ganador del Manomanista. Tres tiene Leitza: Bengoetxea III, Barriola y Bengoetxea VI. Dos presentan Azkoitia (Atano III y Atano X), Atxondo (García Ariño I e Iñaki Gorostiza), Eratsun (Retegi I y Retegi II) y Amezketa (Tolosa y Altuna III),
Otermin sitúa en el grupo de manistas artistas «a los hermanos Galarza, Batiste y Jose Mari, a Ekaitz Saralegi, a Haritz... Llegaron a profesionales y todos ellos destacaban por la técnica. Joxan Tolosa rompe de alguna manera esa tradición porque posee un estilo distinto a los demás». Altuna III ha llevado a la escuela amezketarra a su punto cumbre.
El propio Otermin apunta «al kontzejupe como otro punto de reunión de los pelotaris del pueblo. Los soportales del ayuntamiento de Amezketa no tienen tanto nombre como los de Azkoitia, Asteasu y Oiartzun, por ejemplo, pero también allí se jugaba a pelota».
Haritz, de una época posterior a la de los hermanos Galarza y a la de los Tolosa, señala que «nosotros aprendimos en el frontón de la ikastola, el que lleva el nombre de los hermanos Altuna. El propio Garikoitz, luego remontista profesional, formaba parte de nuestro grupo, que no ha jugado a pelota en el kontzejupe pero sí en el pórtico de la iglesia. ¡Cuántas horas he compartido allí con Juan Antonio Artola!».
La construcción del frontón Larrunarri, ubicado en la plaza del pueblo y a pocos metros del descubierto, supone un punto de inflexión junto a la creación en 1980 del Zazpi Iturri de la mano de Xalton Zabala. El nuevo recinto es la sede de la actividad del club de pelota desde desde su inauguración en 1989, el mismo año en el que Joxan Tolosa se proclama campeón manomanista. Coincide, según Joxemari Otermin, con «la tercera época dorada de la pelota en Amezketa, producto de la aparición de manistas y remontistas grandes e importantes».
El papel de los Altuna es fundamental. «Llevan cien años en la pelota», subraya Otermin. «El bisabuelo de Jokin, Joakin, a quien llamaban Irigoien, nació en el edificio que ocupa actualmente la casa consistorial. Joxe, su hijo y abuelo a su vez de Altuna III, aparece como participante en torneos a partir de 1950».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
A. González Egaña y Javier Bienzobas (Gráficos)
Lucía Palacios | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.