Joseba Ezkurdia: «Cenamos tres entrantes, bacalao, carne, chupito y copa»

- ¿Dónde lo celebraron?

- En la sociedad cenamos y luego la juerga en el frontón del polideportivo del pueblo. ¡Hasta que nos echaron!

- ¿Cómo se ha levantado?

- Pues estoy destrozado, me he levantado mal, cansado y el cuerpo no me sigue, pero creo que por la tensión del momento y por la paliza. Al final me acosté a las seis y me he levantado a las nueve (risas). Hubo mucha tensión en el partido y cuando se acaba, el cuerpo tira para abajo. Ya le daremos la vuelta, ahora hay que descansar para el Parejas.

- ¿Dónde va a poner la txapela?

- La llevaré a casa, no sé dónde la pondré porque las otras todavía están por poner en mi casa. A ver si poco a poco le voy dando forma a ese lugar de la casa y las coloco.

- Como siga así tendrá que comprar una estantería nueva.

- Ojalá, ojalá. De momento hay sitio para seguir poniendo pero ojalá que tenga que comprar un buen armario (risas).

- ¿A quién se la dedica?

- A mucha gente. A los que están día a día conmigo, a los que me ayudan a estar ahí arriba. A la familia, a mis hermanos, a los aitas, al grupo de entrenamiento diario que tenemos... Y luego a mi primo Gastesi, que nos dejó hace año y medio, y a mi tío, que falleció en febrero. Sobre todo a esos dos.

- ¿Que le queda por mejorar?

- Seguro, siempre se puede ser mejor. Tengo más que dar. Físico, mental, aspectos técnicos... Mira, creo que leer mejor los partidos, controlar los tiempos, entender qué requiere cada situación. No todos los partidos son iguales y hay veces que no te das cuenta de lo que tienes que hacer. Siempre hay una vuelta de tuerca más que dar porque la competencia es grande y los jóvenes vienen dando guerra.